miércoles, 27 de mayo de 2015

MUCHO FRUTO

Juan 15/16 DHH
"Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre"

Hace algún tiempo nuestros pastores nos invitaron a recoger fruta a su quinta, un lugar muy grande y hermoso, habían decenas de árboles de variado tipo, pero lo que más nos impresionó, fue que estaban cargados de fruto; nosotros llenábamos sacos de fruta y la echábamos en la camioneta y parecía que los árboles permanecían igual, llenos de fruto; mirar esos árboles nos provocaba mucha alegría.

Jesus dijo que él nos escogió para dar mucho fruto; si, escucho bien, el Señor te eligió porque él conoce el potencial que puso en tu vida; un árbol da fruto no porque sea más grande y frondoso, sino porque contiene en su naturaleza el poder de dar fruto, así también Dios puso en sus hijos la naturaleza de dar fruto. Es interesante notar que la esencia de la elección del Señor es el fruto, no nos llamó porque teníamos fruto, nos llamó para dar fruto.
Podríamos decir que para Dios el fruto representa varias cosas; una de ellas es  transmitir el mensaje de Jesus a otros, el Señor lo dijo de esta forma: "Haced discípulos", y esto no solo es llevarles a hacer una confesión de fe, sino que a reproducir en sus vidas el carácter del Señor.
En el versículo que hoy citamos, el Señor hace dos declaraciones  acerca de este fruto, primero que el fruto debe permanecer, he visto árboles en donde los frutos caen aun antes de madurar, y otros en los que apenas la fruta esta tomando color hay que cosecharlos porque rápidamente caen y se estropean, pero también hay árboles que su fruto permanece, y al parecer mientras mas permanece, mejor es el sabor y la calidad del fruto, pero ¿que hace que un fruto permanezca?, pues la solidez o fortaleza interna del árbol, así también nuestro fruto permanecerá en la medida que nos nutramos del Señor, que nuestras raíces sean profundas y estemos constantemente regados con su presencia.
Lo segundo que el Señor dice acerca del fruto me llama mucho la atención, el dijo: "Así el padre les dará todo lo que pidan en mi nombre", no es que el fruto sea un objeto de cambio para Dios, de lo que se trata es que el fruto se transforma en un argumento en el cielo a tu favor, tu oración y peticiones tendrán mucho más peso cuando van acompañadas de mucho fruto.

Definitivamente un hermoso fruto alegra el corazón de Dios, y un fruto débil y escaso le entristecen, no olvidemos que Dios nos ha puesto para llevar mucho fruto, y que ese fruto hable y le diga al Señor cuanto le amamos; desde hoy esta sea nuestra consigna interna: "Daré mucho fruto para el Señor".


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