"Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis"
(S. Mateo 22:1-3, 8-9 RVR1960)
El banquete de gala que ofreció el rey por la boda de su hijo debió ser el acontecimiento del siglo, todos aquellos que estaban invitados podían considerarse verdaderamente afortunados, sin embargo sorprendentemente los invitados no quisieron ir, presentaron diferentes excusas, entonces el rey extendió su invitación a los que estaban a la salida de los caminos, y así realizó la gala, con quienes el rey consideró dignos de estar en su presencia.
Con esta historia el Señor quiso enseñarnos principios eternos del reino de Dios, veamos algunos de ellos.
El banquete del rey
No por nada el Señor comparó el Reino de Dios con un Banquete real. Primero porque la distancia que hay entre el rey y el mas distinguido de sus súbditos es sideral, y esto nos habla de la sola gracia del rey, su invitación es un acto de amor a quienes no tenían lugar en la mesa del palacio, el rey quiso compartimos su alegría, permitiéndonos brindar con su vino, poniéndonos a la altura de "invitados especiales del rey".
El Reino de Dios es un banquete porque los mejores manjares solo están en su mesa, David dijo "Delicias a tu diestra para siempre" (Salmos 16/11), estar en la presencia de Dios es un verdadero banquete, no encontraras en la vida nada que sacie y deleite mas tu vida que estar con el rey. En Cantares 2/4 dice "Me llevó a la casa del banquete, su bandera sobre mi fue amor", conocer al rey y estar con él, es un banquete.
El desprecio de los invitados
¿Cómo alguien puede despreciar una gala real?, pues simplemente teniendo el corazón puesto en otras cosas, la gala del rey no esta en sus prioridades, rechazan la invitación del rey por sus propios asuntos. El Señor dijo que nadie puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amara al otro (Mateo 6/24), el llamado del rey demanda exclusividad, y rechazarlo ofende profundamente a su majestad.
El enojo del rey
No quedo sin consecuencias el desprecio de los invitados, el rey se enojo con ellos, la Biblia dice en el versículo 7 de Mateo 22, que el rey envió su ejército contra ellos, las excusas de los invitados solo hicieron enfurecer mas el rey, y decidió destruirles.
Entendemos que el rey en esta historia representa a Dios, y tal vez a muchos no les cuadre la idea de un Dios airado, pero hoy podemos entender que el desprecio y la indiferencia con Dios traen la ira de Dios sobre los invitados a su banquete.
Los nuevos invitados
El rey calificó a los invitados que le rechazaron como "indignos", esto significa que no esta a la altura de las circunstancias, que no mostraron disposición; entonces el rey extendió la oportunidad de venir a la cena real a los que estaban fuera del camino, y estos somos nosotros, aquellos que no teníamos chance de venir delante del rey, pero su misericordia nos dio entrada en su casa.
Lo relevante de esto es que Dios reemplazo inmediatamente a los que le habían rechazado, por nuevos invitados, ellos vinieron y ocuparon su lugar. Apocalipsis 3/11 dice "Reten lo que tienes para que nadie tome tu corona".
Si ha recibido la invitación a la gala del rey, atesórenla y prepare su mejor vestido para presentarse delante del rey, no es un deber, es una oportunidad.
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