CAMBIANDO LAGRIMAS POR FUENTE

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques"

(Salmos 84:5-6 RVR1960)

Esta bienaventuranza de David es para quienes han encontrado su refugio en el Señor, que han aprendido a descansar en él y que además ha sido probada su fe a través de muchas adversidades. Fue en estas circunstancias en las que David se encontraba y fue entonces donde descubrió un secreto que transformó su ministerio: cambiar lágrimas por fuentes, compartamos esto hoy.

David llevaba poco tiempo en el trono de Israel y para ese entonces las lagrimas eran su mejor compañera, recientemente había enfrentado una persecución muy dura del rey Saúl, también Jonatan su mejor amigo había  muerto, además de la subordinación de su general, pero quizás lo que mas dolía en el corazón de David que el arca estuviera en manos de los filisteos, David describe este tiempo como "el valle de lágrimas", un tiempo difícil, muy duro, en el que su corazón se angustio, en el Salmos 42/3 escribió: "Fueron mis lagrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días ¿donde esta su Dios?, el valle de lágrimas para David fue el tiempo en que aparentemente no había respuesta, en el que sentía que Dios no estaba con él y también la gente que lo veía pensaba así, pero en realidad fue cuando mas presente estuvo Dios en la vida de David, formando el carácter de un hombre que dirigiría los destinos de la nación, haciéndole crecer en su fe y perseverar en el sueño que Dios había puesto en su corazón, el valle de lágrimas fue su mejor escuela.

El valle de lágrimas es bueno, pero no es eterno, pues venía el tiempo en que David debía  extenderse, conquistar la tierra que los filisteos le habían arrebatado, y para esto no se requiere un corazón angustiado, sino uno fortalecido, lleno de fuego, con fe para la conquista y dispuesto a avanzar sin detenerse, entonces un buen día, David se encontraba cerca de Jerusalén, a unos 5 kilómetros, era el comienzo del invierno, un tiempo muy lluvioso, en ese momento David contemplo la lluvia y vio como el agua comenzó a inundar la tierra seca y a formar estanques y escribió en el salimos 107/35 "vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra seca en manantiales", y David pensó: "así como esta lluvia puede cambiar este desierto en manantiales, la lluvia del Espíritu Santo puede cambiar mi valle de lágrimas en fuentes de vida", justo en ese momento David escucho que los filisteos venían contra él, y junto a uno de esos estanque oró, y dijo "Señor iré contra los filisteos?  Y Dios le responde "ve, porque los entregue en tu mano" y David los venció y  dijo delante de todo su ejército: "Dios quebrantó a mis enemigos como corrientes impetuosas" (2da Samuel 5/20).  Ese día el rey había dejado de llorar, había cambiado sus lagrimas por la lluvia del Espíritu  y se dio cuenta que las aguas del Espíritu eran corrientes impetuosas, que destruía a sus enemigos y los arrasaba. Es interesante además que David bautizó ese lugar como "Baal-perazim" que significa "Jehova se abre paso", los estanques del Señor no solo te quitan la angustia, te restauran y rejuvenecen, arrasa a tus enemigos; sino que también se abre paso, nuevos caminos, nada lo detiene, el río de Dios es incontenible¡¡¡

Frente a un nuevo tiempo de conquista David debió soltar su dolor y cambiarlo por las fuentes de su Espíritu, entonces comenzó a conquistar y conquistar, sin dejar jamás de hacerlo, el versículo siguiente, es decir Salmos 84/7 dice "Irán de poder en poder", solo las fuentes incontenible del Espíritu Santo pueden cambiar el desierto en manantiales de vida, arrasar toda oposición y abrirse paso en medio de la adversidad, solo esas aguas vivas pueden cambiar el corazón afligido en uno lleno de fe para la conquista, y la buena noticia hoy, es que ya ha comenzado a llover.