martes, 9 de diciembre de 2014

LA RECETA PERFECTA

"Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio"
(Nehemías 2:17 RVR1960)

Luego de regresar a Jerusalén, Nehemias recorrió la ciudad y pudo identificar como restaurar esas ruinas, entonces reunió al pueblo, sus líderes y familias y les compartió la visión; debían edificar los muros, reconstruir la ciudad y construir las puertas, comentémoslo hoy.

Construir (hacer lo que no se hacia)
Cuando los enemigos de Israel invadieron Jerusalén, robaron todo el oro del templo, llevaron cautivó a al pueblo y destruyeron la ciudad con grandes incendios, la primera necesidad que reconoció Nehemias fue construir lo que lo que estaba devastado, y esto nos habla de hacer lo que no se había hecho antes, los judíos que permanecían allí vivían en medio de esas ruinas, podríamos decir que se acostumbraron a estar en ese lugar y a vivir de esa manera, pero la construcción les demandaría comenzar a hacer lo que no habían hecho para ver un cambio en su ciudad.
Cuando quieres construir necesitas hacer lo que nunca has hecho, debes salir del Status Quo, por ejemplo cuando Josue quiso enfrentar Jericó, debió marchar alrededor de la ciudad, sitiarla por varios días, y dar un fuerte grito el último día, esto era toda una novedad para ellos, pienso que cuando Dios les dio esta instrucción les sonó muy raro, pero construir una victoria de esa magnitud siempre demanda innovar; hacer lo que nunca hiciste, para ver resultados que nunca viste.
¿Quería Dios construir la ciudad en ruinas?, por supuesto que si, solo necesitaba gente inconforme con esa realidad y dispuestos construir, haciendo lo que nunca nadie había hecho antes.

Reconstruir (levantar algo que se había caído)
No todo estaba derribado, habían puertas que estaban parcialmente destruidas, o estaban en el suelo y debían levantarlas y  repararlas, para volver a funcionar, esto requería un trabajo de reconstrucción, es decir levantar lo que se había caído.
Reconstruir nos habla de un trabajo de análisis o evaluación, para ver cuales son aquellas cosas que no están funcionando, que están caídas y que hay que volver a levantar, en Apocalipsis 2/5 Dios le habla a la iglesia: "recuerda de donde has caído y arrepiéntete y haz tus primeras obras"; la iglesia necesitaba reconstruir la intercesión, reconstruir el evangelismo y reconstruir su pasión y primer amor, debían levantar aquello en que habían caído.
La reconstrucción demanda evaluar, pero también demanda arrepentimiento, pues sin este no es posible el cambio, podríamos decir que esas primeras obras, o levantar lo que se ha caído es fruto de un arrepentimiento profundo.
Un ejemplo de reconstrucción puede ser el de David, él pudo observar que la devoción y la adoración había menguado, por causa de la captura del arca por parte de los filisteos, entonces se determinó a recuperarla y restaurar la adoración, llevo al pueblo a entender su falta y a buscar el perdón del Señor y levantó un renovado sistema de adoración.

Edificar (Hacer crecer)
También debían edificar los muros que estaban destruidos, y edificar nos habla de hacer crecer, luego de construir, es decir hacer lo que nunca habían hecho y luego de reconstruir, o sea levantar aquello en que habían caído, el proceso de edificación o de crecimiento vendría de forma natural, ya la gente no tuvo problema con comprometerse con la visión de Nehemias, ellos mismos comenzaron a hacer crecer esos muros, hasta edificar una gran muralla en solo 52 días.
La edificación se refiere a la multiplicación, y esta siempre es un milagro, cualquiera que hubiese visto las dimensiones de los muros, los recursos que tenían y las condiciones en que trabajaban, hubiese dicho que era imposible edificar todo eso en esa cantidad de tiempo, pero Dios estaba en el asunto, Dios hizo crecer la obra de una forma sobrenatural, Pablo dijo "el crecimiento lo da el Señor" (1Corintios 3/6). La multiplicación no es un fin en sí mismo, es el un fruto, una respuesta de Dios a la construcción y a la reconstrucción.

La receta sigue siendo la misma que en tiempos de Nehemias, el llamado de Dios hoy es a edificar!!!

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