martes, 2 de diciembre de 2014

MIRANDO A JESUS

"Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido. Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél? Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba"
(S.Juan 7:8-14 RVR1960)

Para la celebración de esta fiesta; la Pascua, el pueblo estaba muy dividido acerca de Jesus, en realidad el Señor les obligaba a definirse frente a él, pues había quienes lo amaban y seguían incondicionalmente, y estaban quienes lo odiaban y procuraban prenderle, por esta razón Jesus no quizo subir a Jerusalén con sus hermanos, no porque tuviera miedo y estuviera arrancando de sus enemigos, sino porque aun no era el tiempo de ser capturado y llevado a la cruz, así es que decide ir a la fiesta de incógnito. Causaba mucho asombro que Jesus no haya asistido y los judíos comenzaron a buscarle, finalmente aparece en medio de la celebración y comienza a enseñarles la palabra de Dios y se maravillaban de su doctrina.

La pregunta de la gente fue ¿donde esta aquel?, creo que no hay nada mas terrible en la vida que no poder identificar donde esta el Señor, llamarlo y no poder ver que esta al lado tuyo, vivir sin escuchar que él está llamando a tu puerta, pienso que esta escena gráfica lo que ocurrió con Israel, la Biblia dice en Marcos 4/12 "Para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan"; ellos tuvieron a Jesus ahí, entre ellos, pero no pudieron reconocer su voz,  pero también gráfica lo que ocurre en la vida de muchas personas hoy, se preguntan donde esta Dios, quizás quieren su favor, pero están tan concentrados en sus ideas y proyectos que no pueden ver ni oír a Jesus, pero él aún está ahí, tan cerca, esperando que seamos capaces de identificarle y atender a su llamado, la Biblia dice en Isaias 55/6 "Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca". Viene el tiempo en el que aunque le llamen no responderá, y aunque lo busquen no lo encontraran, porque el Señor ya no va a estar. Hoy esta a tu lado, hoy escucha su voz y síguelo; no querrás saber que se siente preguntar ¿donde esta aquel?, y que no haya respuesta.

Todos buscaban a Jesus, sin embargo con razones diferentes, unos decían "Jesus es bueno", y querían oírlo, aprender de él y seguirlo, pero otros decían: "Engaña al pueblo", y buscaban un argumento para acusarlo, pero aún así Jesus se da el tiempo de estar con todos ellos, aun viendo sus corazones y las motivaciones que tenía cada quien para buscarlo, y eso me habla de su gran misericordia, esa infinita gracia que extiende la misma oportunidad al de corazón noble y al mas vil pecador, el Señor en la cruz abrió sus brazos y permanecen abiertos hasta hoy para todos, nadie sobra.
Lo interesante acá es que los detractores de Jesus hablaban secretamente, porque temían a los judíos, ¿a que judíos?, al pueblo, porque la gente le tenía considerado como un profeta de Dios, por esta razón Jesus irrumpe en medio de ellos, fue su estrategia para estar con la gente y evitar perder el tiempo en enfrentamientos y discusiones, que aunque los hubiese ganado (porque aun no era su tiempo), lo desviaría de su propósito y esto nos habla de la urgencia de ganar, nada puede sacarnos de ese fin, estar con la gente, sembrar la buena semilla, ganar almas para Jesus, esa es la urgencia y ese nuestro llamado, todo lo demás puede esperar.

Jesus llego a la mitad de la fiesta, en el momento preciso, tal vez muchos pensaron que ya no vendría, cuando toda la atención de la gente estaba en la celebración, pero piense esto ¿de quién era la fiesta?, de Jesus, pues era la pascua, pero Jesus no estaba en su propia fiesta. El Señor no está obligado a estar en cada convocatoria solo porque se supone que tiene que estar, o porque es una celebración para él, es solo la necesidad de la gente la que lo atrae, cuando ve corazones hambrientos, humillados y dispuestos  a estar con él, entonces el viene. No celebremos la fiesta sin el festejado, que sea el tiempo de traer hambre de Dios a nuestras vidas y a cada tiempo con él, publicó y privado, atrapemos su presencia y nada será igual.

Hasta la mirada más veloz que podamos hacer de Jesus es una gran enseñanza para nosotros, pues de todo y en todo aprendemos de el, no bajemos la mirada, porque el es el blanco perfecto.

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