jueves, 11 de diciembre de 2014

DE ACUERDO

"Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos"
(S. Mateo 18:19-20 RVR1960)

Esta declaración del Señor es una llave que puede abrir cualquier puerta que permanezca cerrada. La expresión: "otra vez", nos sugiere que en otras oportunidades intento enseñarles el poder de este tipo de oración a sus discípulos, pero tal vez ellos no lo habían comprendido totalmente, o no habían explotado este enorme recurso espiritual, lo cierto es que la oración del acuerdo mueve la mano de Dios a nuestro favor y hoy necesitamos adentrarnos en ella, reflexionemos a cerca de esto.

Lo primero que hay que decir es que no son dichos de buena intención, es una promesa de Dios, esto es un compromiso de Dios con sus hijos, cuando Dios empeña su palabra en una promesa, es un pacto que cumplirá a todo evento, la Biblia dice en Hebreos 10/23 "Fiel es el que prometió", o dicho de otra forma; el cumplimiento de la promesa no está en lo difícil que parezca realizarla, sino en la grandeza y poder del que hace la promesa. Y en 2da Corintios 1/20 dice: "Porque todas las promesas de Dios son en él Si", Dios no negará ni una sola de sus palabras, David dijo en el Salmos 89/34 "No olvidaré mi pacto"; de modo que al invocar la oración del acuerdo recordemos que es una promesa de Dios.

La oración tiene poder, la Biblia dice en Santiago 5/16 "La oración eficaz del justo puede mucho", pero la oración del acuerdo multiplica su eficacia muchas veces, la iglesia primitiva oraban juntos en el aposento y Dios respondió enviando su Espíritu Santo; y cuando Pedro y Juan estaban en la carcel, la iglesia oraba unida y Dios rompió esas cadenas y abrió los muros y salieron libres, solo por nombrar algunas ocaciones en que la iglesia invocó la oración del acuerdo y vieron la respuesta poderosa de Dios. 
La oración del acuerdo presenta un argumento muy poderoso para Dios; la unidad, pues no es solo decir "oremos por esto", sino que estar de acuerdo significa primero estar juntos físicamente, pero además estar en un mismo espíritu, sintiendo el mismo deseo y anhelando la respuesta con la misma fuerza, parece simple, pero ¿ha visto que difícil es que dos personas se pongan de acuerdo en algo?, porque cada quien tiene su punto de vista, o perspectiva de un asunto, llegar a este nivel de unidad requiere la obra del Espíritu Santo, estar de acuerdo implica estar unidos física y espiritualmente; es tan poderoso este principio espiritual que el Señor dijo "si dos o tres están unidos en mi nombre, yo estaré en medio", esta unidad espiritual desatan de inmediato la presencia del Señor.
Estar de acuario también significa estar de acuerdo con el deseo del Espíritu Santo, puesto que es él quien provoca esa unidad, y quien orienta acerca de la dirección de nuestra oración, en Romanos 8/26 dice: "Que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros", y en Santiago 4/3 dice: "Piden y no reciben porque piden mal", entonces la oración del acuerdo es una oración también de unidad con el Espíritu Santo, o una oración en el espíritu, en definitiva es una oración de voluntades rendidas al Espíritu de Dios.
En derecho un acuerdo es un tratado o un pacto que las partes firman y que se obligan a cumplir, es un argumento legal irrefutable, y en lo espiritual tiene mucho más peso, por esto cuando dos personas invocan la oración del acuerdo están firmando la otra parte del pacto, y Dios se obliga a si mismo a cumplirlo, y es interesante notar que Dios no le puso limite a esta oración, él mismo  dijo "acerca de cualquier cosa que pidan", es decir el Señor nos dio un cheque en blanco y nos  dijo "pónganle la cantidad y firmenlo porque yo ya lo firme.
Que hoy Dios nos ayude a entender el poder de la oración del acuerdo y entrar en el.

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