viernes, 8 de agosto de 2014

EL PILAR DE LA COMPASIÓN

"Así que el Señor le dijo: —La gente de Sodoma y Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan grave,
Se acercó un poco más a él, y le preguntó: —¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta?
Entonces el Señor le contestó: —Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí.
Pero Abraham volvió a suplicar: —Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta... Y el Señor volvió a decirle: —Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad"
(‭Génesis‬ ‭18‬:‭20, 23-24, 26, 30‬ DHH)

Dios le da a conocer a su amigo Abraham el juicio que había decidido sobre Sodoma y Gomorra, era un juicio de destrucción y de muerte, sin embargo Abraham pudo entender el corazón de Dios, sabía que la misericordia del Señor es grande, que es un Dios compasivo y que atendería su petición.

Abraham fue movido por la compasión a interceder por Sodoma y Gomorra, podemos decir que la intercesión es un pilar de la compasión.
A través de esta experiencia podemos recoger valiosas enseñanzas de esta manifestación de la compasión, la intercesión.

El intercesor es un reflejo.
Interceder es mediar, ponerse entre Dos partes para abogar por una de ellas. Dicho esto podemos entender que Jesús es el más grande intercesor, porque se puso entre el padre y nosotros y a través de su sacrificio logro reconciliarnos.
Cuando Dios vio a Abraham como intercesor, ¿sabe que vio?, vio un reflejo de Jesús, vio la esencia de su hijo en Abraham y Dios se agradó, por eso Dios responde nuestra intercesión y se agrada de ella, porque en tu intercesión ve el reflejo de Jesús, nuestro abogado.

El intercesor presenta argumentos
Me sorprendió como Abraham presenta su causa, como  él aboga por estas ciudades, Abraham presenta argumentos importantes, le dice al Señor: "un Dios justo no castigaría al justo y al impío, si sólo hubiesen 50, 40...10 justos...",  era un argumento de peso, apela a la justicia de Dios.
La Biblia dice que pedimos pero aveces lo hacemos mal (Santiago 4/3), debemos interceder bajo argumentos de peso, primero la sangre de Cristo que conquistó todo para nosotros: salud, salvación, libertad, prosperidad. Interceda con la sangre de Jesús.
El nombre de Jesús es un gran argumento, su nombre está sobre todo nombre (Filipenses 2/9), Jesús dijo "Todo lo que pidas en mi nombre yo lo haré" (Juan 14/13), Interceda a través del Nombre de Jesús.

El intercesor persevera.
La intercesión de Abraham fue osada, pues Dios le respondía y el volvía a presentar su defensa, Abraham pudo aceptar y conformarse diciendo "bueno, no es la voluntad de Dios", pero perseveró, continuó intercediendo una y otra vez; Dios no se vio afectado por esto, no lo vio como un desafío, sino todo lo contrario, vio en Abraham la actitud correcta.
No se canse, continúe intercediendo, pues la respuesta sólo esta reservada para quienes perseveran hasta el fin.

Así cómo en Sodoma y Gomorra, hoy también hay juicio de muerte sobre nuestra generación; de muerte espiritual, ¿quienes tendrán un corazón compasivo y se pondrán entre el pueblo y Dios a interceder?.
Oremos hoy al Señor y pidamosle el corazón de nuestro padre Abraham, lleno de compasión, para interceder sin César, presentando argumentos hasta ver a nuestra nación rendida a los pies de Jesús.

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