"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante en la ley de Moisés? Jesús contestó: —“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante"
(Mateo 22:36-38 NTV).
Aunque la razón de esta pregunta fue la insidia, pues existían muchos mandamientos en la ley, y además los fariseos habían añadido un código de conductas morales innumerable, por lo que la respuesta de Jesús causaría polémica y división entre el pueblo, sin embargo Jesús les recuerda el "Shema", que era una plegaria que todos los judíos conocían muy bien, tomada de Deuteronomio capítulo 6 y la repetían dos veces al día.
Sólo imagine la cara de esos fariseos al escuchar la respuesta "Ustedes lo repiten todos los días, desde niños, ¿y no saben que lo más importante es amar al Señor?, lo repiten de labios, pero no está en su corazón", oh eso fue genial¡¡.
Ahora si naveguemos un poquito en la respuesta del Señor. Dios quiere ser nuestro mayor amor, y como amar a Dios tal vez sea un concepto algo difuso, pues cualquiera puede decir que lo ama, hasta los fariseos lo repetían todos los días, Jesús lo explica de una forma sencilla y práctica como es el amor al Señor.
Es amarle con todo el corazón.
Esto habla de nuestras emociones, de enamorarnos de Jesús, cuando te enamoras buscas tiempo con esa persona, le dices que lo amas, te aseguras que todos sepan que tu lo amas, sientes una constante expectativa o emoción cada vez que lo vez, cuando te enamoras todo pasa a un segundo plano, el frío, el tiempo, las distancias, los gastos, todo. Así Dios quiere que le amemos, con esa entrega y pasión, él no quiere ser una regla para ti o una forma sana de vida solamente, el quiere ser tu mayor amor o nada.
Es amarle con toda el alma.
Amar a Dios con el alma es comprometer nuestra voluntad y nuestro deseo, pues amar a Dios también es una decisión, por esta razón es un mandamiento, porque tu decides cumplirlo o no, muchos piensan "Es que no me nace servir al Señor" o "Es que hay cosas que me cuestan" o "Es que yo siento esto..."; porque vivimos en una cultura donde el corazón se manda sólo, se enamora de quién quiere y tu sólo debes "obedecer tu corazón". No es así para Dios, tu decides a quién amar, de hecho hasta tu decides sí tomas la decisión o no, porque la indecisión también fue tu decisión. Amarle con el alma es decir "Yo decido amarle y enamorarme cada día más de Jesús, decido, seguirle y vivir para él y hacer de él el todo de mi vida".
Es amarle con toda la mente.
Esto equivale a llevar a Dios y su palabra a todos nuestros pensamientos, Dios quiere estar en tus emociones, en tu voluntad, pero también en tus pensamientos, pues Dios ve lo que piensas, pero además ve la motivación de cada pensamiento. Podemos decir que amar a Dios con toda la mente es reemplazar nuestros pensamientos de base, aquellos que han estado en nosotros hasta ahora, por los pensamientos de Dios escritos en su palabra, a la acción de renunciar a los viejos pensamientos por los nuevos de Dios le llamáremos amarle con toda la mente.
Dios quiere ser nuestro mayor amor, no menos que eso.
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