martes, 5 de agosto de 2014

UN HERMOSO FRUTO

"Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos. En el mismo momento los ciegos recobraron la vista, y siguieron a Jesús".
(San Mateo 20:34 DHH).

Era una tarea para la casa, había que envolver unos porotitos en algodón y mojarlos y ponerlos en un vaso, cada día había que apuntar las observaciones y cuidar que no se secara. Fue tan impresionante para nuestra mente de niños ver que germinaran, era algo así como que algo tuyo diera fruto, casi que te sentías padre de un poroto.
Cuando el creador dio la orden al comienzo de la vida y dijo "fructificad y multiplicaos...", fue tan poderosa esa orden que todo da fruto, aún  los pensamientos dan un fruto, y las emociones también.

El texto de hoy habla de la sanidad de Jesús a unos ciegos, sin embargo encontré en el este principio de "dar fruto", pues esta sanidad fue fruto de la compasión.
Hoy quiero meditar acerca de dos frutos de la compasión.

La compasión da a luz la visión.
¿Puedes imaginar lo que significo para estos ciegos él comenzar a ver?, debió ser maravilloso, gritaban de alegría, corrían para poder ver más cosas, debieron pasar horas contemplando sus manos o un árbol o una puesta de sol. La visión para ellos significo volver a vivir, una vida completamente distinta e infinitamente superior a la de antes.
Cuando tienes compasión por los perdidos y oras a Dios por ellos, sacas tiempo y recursos para afectar sus vidas, esto dará un hermoso fruto, ellos tendrán visión, serán abiertos sus ojos, Jesús dijo "Porque viendo no ven" (Mateo 13/13), ellos están ciegos, por eso hacen lo que hacen, por eso destruyen sus vidas sin darse cuenta, pero cuando conocen a Jesús su ceguera espiritual es quitada y su alegría será semejante a la de estos ciegos. La visión es un fruto de la compasión. No permitas que sigan ciegos, ten compasión.

La compasión da a luz propósito.
Luego de recuperar la visión decidieron "seguirle", no tenían que hacerlo, por fin podían hacer todo lo que quisieran o lo que soñaban, sin depender de la caridad de la gente, pero cuando fueron abiertos sus ojos pudieron ver que el mejor camino que podían seguir era Jesús, no sólo habían encontrado la vista, también habían hallado propósito, el verdadero sentido de sus vidas.
Cuando tienes compasión por los perdidos, esta dará a luz otro hermoso fruto, ellos encontrarán propósito, créame que no existe alegría mayor en esta vida que ver a un "ex ciego" disfrutar seguir a Jesús, encontrando en él el propósito de su vida.

La compasión no tiene más interés que el bendecir a otro, cubrir su necesidad, sin embargo tiene estos hermosos frutos, la visión y el propósito.
Que hoy Dios pueda abrir nuestros ojos espirituales ante esta realidad: están ciegos, no saben que caminan hacia la perdición, pero la compasión dará su fruto en ellos.

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