jueves, 28 de agosto de 2014

VAMOS A LA PUERTA ¡¡

"Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo se llama Betesda y que tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua"
(Juan 5:1-3 LBLA).

El propósito de Juan al narrar esta historia, fue contar el milagro que ocurrió a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo y no podía meterse al estanque, sin embargo, añade algunos detalles muy significativos,  y que en sí mismos se vuelven una gran enseñanza para nosotros.

El primero es que todo esto ocurre junto a la puerta de las ovejas. Esta puerta representa a Jesús, el mismo dijo en Juan 10/7 "Yo soy la puerta de las ovejas"; esto simboliza la relación que el Señor quiere tener con nosotros, el quiere que seamos ovejas de su Prado (Salmos 79/13). Una oveja es frágil, esta expuesta a muchos peligros, cuando se enreda en una cerca o rama no puede salir por sí sola, necesita ayuda; cuando es amenazada por un animal depredador necesita ser defendida,  depende de la guía del pastor, para ir a alimentarse, pues no sabe cuales son los pastos buenos o malos, y aún necesita ayuda para volver, pues no sabe reconocer el camino de regreso, por esta razón memoriza la voz de su pastor, y cuando la escucha se siente segura, su obediencia le garantiza protección y seguridad. 
Cuando Jesús vio a Jerusalén, los vio como ovejas que no tienen pastor, que dolor para el pastor de los pastores ver que sus ovejitas no quieren ser pastoreadas, que sienten protección en otras cosas, que alimentan su vida con "chatarra espiritual", que oyen toda clase de voces, que no encuentran el camino de regreso a casa; con toda razón Jesús lloró con tanto dolor.
Habían varias puertas en Jerusalén, pero la puerta de las ovejas era la única que no tenía cerradura, y esto para decirnos que Dios anhela que todos vengan a él con un corazón de oveja, que Dios no hace diferencia, que no le importa mi pasado de "cabra" (indómito), que sí anheló ser pastoreado puedo entrar por su puerta; que la puerta aún esta abierta.

Lo segundo que hace particular esta historia es que tiene lugar junto al estanque de Betesda, ya sabemos que estaba al lado de la puerta de las ovejas, pero este estanqué era muy particular, allí cada cierto tiempo venía un ángel y agitaba las aguas y el primero que se metía en el agua quedaba sano. 
Betesda significa "lugar de misericordia"; piense esto: en ese lugar se juntaban muchos enfermos, afligidos, gente que no tenía oportunidades, seguramente sin familias, personas que vivían de la caridad. Una enfermedad no sólo invalida físicamente, también lo hace socialmente y lo que es peor espiritualmente. Pero Dios había provisto un "lugar de misericordia", donde la gente pudiera ir y tener la esperanza de ser libres de su aflicción y recibir sanidad.
El lugar de la misericordia estaba a los pies de Jesús, (pues él es la puerta) y lo sigue estando, sólo allí podemos alcanzar misericordia, sólo en él podemos encontrar descanso para nuestras almas, sanidad para las heridas de nuestro corazón y de nuestro cuerpo y paz.

¿Cuanta gente hoy esta enferma, espiritual y físicamente, afligida, sin esperanza, sin dirección, sin encontrar el camino de regreso a casa?, hoy Dios tiene que movernos para llevar a toda esa gente al "lugar de la misericordia" y a la puerta de las ovejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario