miércoles, 19 de noviembre de 2014

EL PODER DE LA VISIÓN

"Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado"
(S. Marcos 4:26-29 RVR1960)

Las parábolas eran historias breves que Jesus contaba con el fin de enseñar verdades espirituales profundas, en el comienzo de este mismo capítulo, los discípulos le preguntaron por las parábolas al Señor, y él les responde que estas contenían misterios que solo a sus discípulos les era dado revelar. 
En la parábola de la semilla el Señor nos revela el poder que hay en el Reino de Dios, Pablo lo dijo de esta forma: "El evangelio es poder de Dios para la salvación de la gente" (Romanos 1/16), Dios puso en el Reino o en el evangelio poder para extenderlo en toda la tierra, es poder para salvación, y Jesus les trataba de enseñar una visión que activa este poder y trae el milagro de la salvación a la gente.

"Cuando un hombre echa la semilla". 
Todo comienza cuando echas la semilla, una semilla puede parecer algo simple,  pero cuando la echas en la tierra, cumple su propósito de producir vida. La semilla es la palabra de Dios, ella por si sola tiene poder, la Biblia dice que la palabra de Dios es viva y eficaz (Hebreos 4/12), no puedes separar a Dios de su palabra, y cuando esa palabra entra en el corazón del hombre, ese poder se activa, como cuando echas la semilla en la tierra, entonces trae vida y transforma el dolor y la ruina en paz y gozo. El poder del reino esta en la semilla, que es la palabra de Dios y este se activa cuando la lanzas al corazón de la gente.

"Duerme y se levanta, de noche y de día".
Después de echar la semilla hay un tiempo en el que parece que nada ocurre, el Señor dijo que el que siembra se levanta de noche y de día, dando a entender la urgencia que tenía por el fruto, y tal vez la impaciencia de la espera. Podemos encontrar algunas verdades aquí; primero que este no es un tiempo muerto, el tiempo de espera es en el que Dios esta trabajando en la semilla que esta enterrada, pero también está trabajando en el corazón del que la siembra, la Biblia dice en Hebreos 10/36 "Es necesaria la paciencia; para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengamos la promesa", en la espera del fruto se desarrolla la fe, para creer que habrá una gran cosecha, en esa espera se rompe la ansiedad, que siempre es un impedimento para que Dios actúe en nuestras vidas.
Cuando la semilla esta enterrada hay que regarla, y esto nos habla de la intercesión, solo la oración prepara el terreno para que la semilla de fruto; finalmente el Señor dijo que la semilla brotará sin que tu sepas como, nuestra parte no es saber como Dios lo hará, sino en creer que lo hará y esperar en él.

Ahora comienza a revelarles el poder de la visión que les estaba entregando y la estrategia para ver el milagro de la cosecha; entonces les dice: "De suyo da fruto la tierra", es decir: "Esta visión contiene el poder de la multiplicación", inevitablemente dará mucho fruto, y les da los cuatro pasos para ver el fruto:

"Primero la hierba". Esto nos habla de "ganar", la hierba son los primeros retoños que aparecen cuando siembras, y los nuevos creyentes son esos tiernos brotes, la alegría del sembrador al ver esa hierba, es también el gozo que sientes al ver las  personas venir a Jesus.

"Luego la espiga". Esto nos habla de "Consolidar", cuando cuidas esos retoños, estos comienzan a crecer, a echar raíces y a buscar la luz de sol, entonces crecen largos tallos y nacen las flores, consolidar es cuidar esos nuevos retoños espirituales, y hacer todo lo necesario para que se afirmen en Cristo, las flores de la espiga hablan de su encuentro, cuando florecen sus vidas, y Dios restaura sus vidas.

"Luego el grano lleno en la espiga". Esto nos habla de "Discipular", cuando la espiga crece y se fortalece, sus flores se transforman en granos y la espiga se llena de muchos granos. Ser discipulado es crecer en la palabra de Dios, permitir que nuestro carácter sea formado por Dios, cuando esto no ocurre la flor se seca y se cae, puede continuar siendo una espiga, pero sin grano será arrancada y quemada, solo el discipulado te lleva de la flor del encuentro, a la formación del grano.

"El fruto maduro". Esto nos habla de "Enviar", finalmente el fruto madura y esta listo para ser cosechado y transformarse en pan y saciar el hambre de la gente, también ese grano maduro tiene el poder de reproducirse en muchos granos de trigo mas. Así también el creyente que ha sido formado y ha permanecido, está maduro, listo para ser enviado a cumplir su propósito, dar mas fruto.

Hoy Dios nos ha revelado esta parábola, recuerde que esta revelación es solo para sus discípulos, y para activar el poder del reino, el poder de la visión.

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