lunes, 17 de noviembre de 2014

PESCADORES DE HOMBRES

"Pasando por la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.» Al momento dejaron las redes y lo siguieron"
(Marco 1:16-18 NVI)

Los judíos amaban su fe, desde muy pequeños eran adiestrados en las sagradas escrituras, y su primera opción en la vida era dedicarse a la enseñanza de la palabra de Dios, para esto a temprana edad ya debían saber de memoria el pentateuco, que son los primeros cinco libros de la Biblia, cuando lo lograban se hacían discípulos de algún maestro y continuaban su formación hasta ser maestros de la Tora; y quienes no lo lograban y no tenían esta habilidad, debían dedicarse al oficio familiar.
Pedro y Andrés eran pescadores, es decir habían intentado dedicarse al estudio de la Biblia, pero no tuvieron la capacidad para hacerlo, de modo que su alternativa fue la pesca, ellos dominaban este oficio, habían montado una empresa familiar y seguramente les iba muy bien.
Los primeros versículos hablan del llamado de Jesus a Pedro y Andrés, y aunque solo da cuenta de este hecho, tiene mucho que aportarnos hoy.

Otra oportunidad
Pedro y Andrés vieron en este llamado la oportunidad de ser realmente lo que ellos querían y alguna vez habían soñado: maestros de la palabra de Dios, seguramente ya habían aceptado un rotulo sobre sus vidas "no podrás hacerlo jamás, acéptalo", el enemigo rápidamente pone esta marca en la vida de las personas, creo que en la vida de Pedro y Andrés había algo de frustración y mucho de resignación, ya eran hombres mayores y pensaban que ya no había posibilidad para ellos. 
Los primeros asombrados del llamado fueron ellos: "porque a mi", bebieron preguntarse, tal vez fue de esos minutos eternos, que vienen mil cosas a la mente, las emociones estaban a full, ¡¡El Señor los estaba llamando!!, pero dentro de lo más íntimo nacía la esperanza de la nueva oportunidad para servir a Dios.
Transformarse en discípulos, a eso los estaba invitando Jesus, "síganme" les dijo, y ellos entendían muy bien lo que esto significaba, de partida era un cambio rotundo en sus vidas, significaba volver a aprender todo, significaba andar con Jesus para todas partes, sin separarse de él, pero para ellos también significaba dos cosas muy importantes; primero que Jesus había creído en ellos y segundo que tenían la esperanza de un día ser como su maestro, y lo lograron. 

"Al instante dejaron sus redes"
Cuando uno lee esta historia, piensa que fácil fue para el Señor hacer discípulos, solo ir al mar y ver al que le parecía mejor y decirle con tono grabe y mirada profunda: "Sígueme", y listo, pero no fue tan así, de partida Jesus había recorrido al región, había convivido con la gente, fueron varios días en que él se dio a conocer, e hizo despertar en la gente la curiosidad, pues su enseñanza era muy distinta a la de los religiosos y la gracia se derramaba sobre su vida, de modo que era imposible dejar de oírlo. Para cuando Jesus les llamó, ellos ya tenían una buena referencia del Señor, además su fama de profeta de Dios y de hacedor de milagros corría rápidamente, así es que podríamos pensar que ser discípulo de Jesus era algo que cualquiera podía anhelar.
Todo esto no quita mérito alguno a la decisión que Pedro y Andrés tomaron, la Biblia dice que "al instante dejaron las redes", esto indica una renuncia inmediata a todo lo que fue su vida, la verdad es que no es posible ser discípulo de Jesus sin soltar el pasado, las redes de Pedro y Andrés son las mismas que hoy intentan atrapar a quienes desean seguir a Jesus, pero la clave esta en dejarlas al instante, simplemente soltarlas.

Les haré pescadores 
Algo que me asombra de este llamado es el anuncio profético de lo que Jesus haría en sus vidas, es decir ellos estaban dejando toda su vida a un lado, su historia, sus negocios, pero sabían hacia donde iban, Jesus les dio una visión mucho mayor a la que ellos podían llegar a tener, les dio un sueño, y eso prendió en sus corazones el deseo de seguir a Jesus, sabían que eran simples aprendices, solo discípulos, pero también sabían que un día serían pescadores de hombres, porque su maestro soltó esta palabra sobre ellos.
Lo interesante aquí es que Jesus les dice: "Les haré" y esto me habla de una confección a mano, de un cambio de naturaleza, su naturaleza era pescar peces, pero Jesus cambiaría esa naturaleza y serían pescadores de hombres.
Nadie nace siendo un pescador de hombres, pues es una naturaleza espiritual, Dios debe "hacer", de uno un pescador de hombres, significa esto, transformarlo de lo que es hoy a un ganador de almas por excelencia. Pero esto es un milagro, solo Dios puede realizar ese cambio de naturaleza.
El llamado de Jesus a Pedro y Andrés hoy es para nosotros, podemos seguir aferrados a la vieja Barca, o podemos soltar las redes al instante y seguir a Jesus realmente, con la clara certeza que seremos pescadores de hombres.

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