martes, 11 de noviembre de 2014

RECUPERANDO EL ALIENTO

"Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento"
(Salmos 23:4 RVR1960)

Nadie querrá jamás atravesar el valle de sombra y de muerte, de solo oírlo suena aterrador, tal vez nos preguntemos ¿a que se refería David con ese valle de sombra y de muerte?, podemos pensar que son esos momentos de dolor y de angustia, aquellas tribulaciones donde es probado nuestro corazón, David vivió muchos de esos momentos, por ejemplo cuando debió huir por su vida, porque el rey le dio una sentencia de muerte, etc. Pero todos los hombres de Dios debieron atravesar esos tiempos de quebranto, donde es templado el carácter y se revela lo que realmente hay en el corazón, por supuesto que son tiempos necesarios en nuestra formación, porque mientras mas fuerte sea el fuego de la prueba, mas puro y resistente será el metal que consigas; Moises no hubiese sido el hombre mas manso de la tierra si no hubiese pasado por el valle del dolor y el quebranto por cuarenta años, allí aprendió a aquietar su espíritu, a oír la voz de Dios, a esperar en el y mucho mas, y Dios no tenía apuros, quería un hombre formado en el fuego de la prueba.
Algunos piensan que el valle de sombra y de muerte es el momento cuando partes de esta tierra, en ese momento debes atravesar un valle oscuro, hasta llegar a la presencia del Señor, entonces Dios envía sus ángeles por ti, para cubrirte en ese viaje, y esa compañía y protección te da seguridad, David dijo que en ese instante no sentiría temor.

Sin duda que ambas interpretaciones son correctas, pero hay algo mas que nos sugiere esta expresión "el valle de sombra y de muerte"; observe esto, 1 Juan 1/5 dice que Dios es luz, por tanto no hay ninguna sombra de oscuridad en él, y si David atravesaba un valle oscuro, significa que es un espacio o tiempo donde Dios no estaba con él, donde la presencia de Dios se había ido de su vida, donde no había luz ni dirección. Pero también David dice que es un valle de muerte, y no habla de muerte física, sino de muerte espiritual, y esta muerte es consecuencia del pecado, es decir ese valle, fue el tiempo en que se oscureció la vida de David, se apago la presencia de Dios en su vida y vino la muerte a causa de su pecado y desobediencia.

David era rey, era ungido, tenía un corazón para Dios, pero atravesó este valle, si usted pensó que era solo para los perdidos, se equivocó, pues muchos creyentes atraviesan este valle y ni siquiera saben que andan por el, hacen sus vidas normalmente, pero si tuvieran la oportunidad de abrir sus ojos, verían oscuridad y muerte. Dios le regalo un momento de claridad a David y pudo ver la oscuridad y la muerte y cayo rendido a implorar perdón y misericordia, es tan aterradora esa oscuridad y es tan fría esa muerte que David estuvo siete días en el suelo clamando arrepentido por su vida.

Hubieron dos cosas que le devolvieron a David el aliento de vida; la vara y el callado del Señor. La vara nos habla de la protección, era un instrumento que usaba el pastor para defender las ovejas de los ataques de sus depredadores, y usted debe saber que hay un depredador merodeando su vida constantemente, esta buscando el momento oportuno para atacarle, es sigiloso, se mueve cuidadosamente para que usted no lo vea, pero querrá apartarle del Señor, enfriar su corazón, hacerle retroceder, impedir que se comprometa o que sirva al Señor, pero nuestro pastor tiene una vara, y si andamos en luz nuestro pastor nos defiende. Pero también la vara nos habla de la corrección, Proverbios 29/15 dice que la vara de la corrección da sabiduría, David veía que el aliento de vida volvía a su vida a causa de la corrección, debió ser fuertemente confrontado, pero pudo ver en esa disciplina el amor del padre y el vehículo para recuperar la presencia de Dios.
Lo segundo que le devolvió el aliento a David fue el callado, y este era un madero largo y curvo en un extremo con el propósito de engancharlo en el cuello de la oveja cuando se desviara del camino y así hacerla volver al redil. David se había apartado a valles secos, oscuros y de muerte, pero de pronto el Dios de toda misericordia engancho su callado en el cuello de David y le hizo regresar, en esto David no se atribuyó mérito, su regreso fue gracias al callado del pastor.

Tal vez muchos necesitan recuperar el aliento, porque sin darse cuente se apago la luz de la presencia del Señor, pero hoy Dios comienza a hacerles conscientes de lo aterrador que es ese valle de sombra y de muerte, el camino de regreso siempre será el mismo; solo la corrección traerá el dolor de haberse alejado de Dios, y nacerá el clamor buscando la misericordia de Dios, entonces sentirás algo en tu cuello, es el callado del pastor haciéndote volver a pastos verdes y aguas quietas. Que así sea.

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