martes, 25 de noviembre de 2014

¡¡ QUE SE LEVANTEN LOS VIOLENTOS !!

"De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan"
(S. Mateo 11:11-12 RVR1960)

Muchas veces nos dejamos vender la idea de un "Evangelio moderno", con todos los cánones de la diplomacia, y a la verdad esto debe ser así, pero con los de afuera, para alcanzar a mayor número, pero el Señor demanda cierta violencia a sus discípulos para extender el Reino, y esta agresividad no es con las personas, o en un estilo desafiante e incisivo, es una "violencia espiritual".

Jesus dijo que el Reino de los cielos sufre violencia, y esto nos habla de la constante oposición que levanta el enemigo para impedir que el nombre de Cristo sea anunciado, y que sea revelado el amor de Dios en el corazón de las personas. Este ataque que sufre el Reino ha sido desde siempre, cuando Moises quiso traer libertad a sus hermanos Judíos, Faraón fue violento con ellos, multiplicó los azotes y la carga de trabajo, pero Moisés perseveró y cuando finalmente logró llevarlos a la tierra que fluye leche y miel, la oposición se levanto tan violentamente que faraón tomo su ejército y partió tras los israelitas para matarlos a todos; y cuando Daniel se propuso buscar a Dios y ser fiel a él, de inmediato se activó el ataque de la oposición y levantaron un edicto real que prohibía adorar otro Dios que no sea el rey, so pena de muerte, ¡que violencia!, pero Daniel persevero en su fe y venció. Los ejemplos son miles de esta violencia encarnizada que levanta las tinieblas contra todo lo que sea de Dios, aun el propio Jesus, el día que nació Herodes mandó a matarlo y como no sabia quien era, mató a todos los niños menores de tres años, un genocidio brutal, todo un pueblo de luto por la violencia que sufre el Reino de los cielos.
Podemos decir con toda certeza que el enemigo es violento, un brutal asesino de la causa de Cristo.

Tal nivel de violencia requiere una respuesta igual de dura, por eso Jesus dijo que ante esta violencia deben levantarse los "violentos", pero los violentos espiritualmente, esos que le creen a Dios y no les importa la oposición, que se levantan sin importar las circunstancias, que son osados y se atreven a desafiar la adversidad, como David que cuando vio al gigante corrió hacia él, solo quería tomar su espada y cortarle la cabeza al que oprimía las orejitas del Señor. Los violentos son los que saben que no pelean al azar, que tienen la mayor garantía de éxito en sus manos; la poderosa sangre de Cristo y que no existe oposición que pueda resistir el poder de esa sangre; los violentos son los que alzan su voz en la oración y atan con una orden y desatan la respuesta con su voz, son los que ven venir los carros de faraón y no se afligen, sino que ponen su vara en el agua, y ven la salvación del Señor. También son violentos con la palabra, como lo fuera el maestro, que ante el ataque personal del enemigo dijo: "Escrito esta", saben que la palabra es la espada del Espíritu, y ante toda circunstancia de sus vidas, anteponen una palabra de Dios sobre ellos.

Finalmente Jesus le pone un apellido a estos violentos, dice: Los violentos lo arrebatan", y arrebatar es quitar, despojar, arrancar a la fuerza. Aquí debemos entender dos cosas; primero que Jesus compró con precio de sangre nuestra victoria, la Biblia dice en Colosenses 2/15 "Despojando a los principados y potestades, los exhibió públicamente triunfando sobre ellos en la cruz", en la cruz el Señor sentenció toda oposición, destruyo a Satanas y sus demonios y todas sus obras, Jesus triunfó en la cruz, y el Señor ha compartido esa victoria con nosotros, en Romanos 8/37 dice:"Pero en medio de todas estas cosas, somos mas que vencedores por medio de aquel que nos amo", entonces la victoria de Cristo es nuestra victoria. Y en segundo lugar, debemos entender que el enemigo jamás nos entregará lo que nos corresponde, lo que Jesus compró con su sangre, tendremos que "arrebatárselo", y aquí es donde también ejercemos esa violencia espiritual, para arrancar de las garras de satanas a aquellos que tiene prisioneros. Los violentos, arrebatan.

Hoy el Reino de los cielos reclama esos violentos, vamos, este es el tiempo, ¡¡Que se levanten los violentos¡¡

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