sábado, 8 de noviembre de 2014

MI FORTALEZA

"Nehemías continuó diciendo: «Vayan y festejen con un banquete de deliciosos alimentos y bebidas dulces, y regalen porciones de comida a los que no tienen nada preparado. Este es un día sagrado delante de nuestro Señor. ¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del SEÑOR es su fuerza!».
(Nehemías 8:10 NTV)

Hacia a fines de cada año todo mundo parece cansado y sin fuerzas, pero no es solo una cuestión estacional, es una de las características  de nuestros tiempos; el desánimo y falta de fuerzas parecen ser tan comunes, que ni siquiera nos llama la atención, pero no son tan inofensivo como parecen, pueden robarnos lo que Dios nos ha dado para conquistar y hasta destruir nuestras vidas.
Nehemias dijo que el gozo del Señor era su fortaleza, o que el secreto de su fuerza era el gozo de Dios en su corazón, y la primera distinción que debemos hacer es entre felicidad y gozo. La felicidad es un sentimiento de bienestar y satisfacción producido por circunstancias externas, y como las emociones y las circunstancias son cambiantes, la felicidad entonces se produce en determinados momentos. En nuestros días la felicidad se ha vuelto un fin en sí mismo, todos buscan la felicidad, pero irónicamente, entre mas la buscan, menos la encuentran.
El gozo en cambio no es una emoción, es un estado del corazón, por tanto no depende de las emociones, el gozo solo puede ser provisto por Dios, por tanto tampoco depende de las circunstancias, el gozo viene a nuestras vidas cuando recibimos a Cristo en el corazón, David en un momento de crisis en su vida le pidió al Señor que le devuelva el gozo de la salvación (Salmos 51/12), cuando recibes la salvación, también recibes el gozo, porque es tan grande el regalo de Dios de redimir nuestras vidas de la esclavitud, de perdonar todos nuestros pecados y de darnos vida eterna junto a él, que la felicidad es demasiado pequeña para manifestar la alegría de  la salvación, entonces el gozo del Señor se activa en tu vida.

Nehemias vivía tiempos de mucho desafío, enfrentaba una tarea titánica, la reconstrucción de Jerusalén, además se había levantado mucha oposición, por tanto enfrentaba una constante lucha y todo esto intentaba desgastar su vida, pero Nehemias irrumpe con esta frase: "El gozo del Señor es mi fortaleza", y la pregunta es ¿cómo es que el gozo del Señor fortalece nuestras vidas?, primero porque el gozo del Señor es la presencia de Dios es tu corazón, y esa presencia te impulsa y motiva a avanzar, a vencer todo cansancio y cuanta adversidad pueda levantarse. Este gozo es garantía que Dios esta actuando en ti y a través de ti, y esto trae descanso, porque entiendes que Dios esta a cargo, y el sabe hacerlo mejor que tu. El gozo de la salvación fija tus ojos en el Señor y su infinito poder y no en lo complicado de las circunstancias, y esto te libra de la desesperación y la aflicción. El gozo del Señor es el único escenario posible para desarrollar la fe, y Dios solo se puede mover en fe. El Gozo del Señor es un fruto del Espíritu Santo, o dicho de otra forma, es el resultado de que el Espíritu de Dios esta obrando en tu vida.

Ahora podemos entender el porque de las muchas estrategias del enemigo por robarnos el gozo, pero también la necesidad de guardarlo, y si lo hemos perdido, recuperarlo, porque el gozo del Señor es nuestra garantía de éxito, nuestro antídoto contra el estrés y el cansancio y nuestra única fortaleza.

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