lunes, 15 de septiembre de 2014

ABRIENDO LOS OJOS

"Luego les dijo: «Lo que ha pasado conmigo es lo mismo que les anuncié cuando aún estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.» Entonces les abrió el entendimiento para que pudieran comprender las Escrituras", 
(San Lucas 24:44-45 RVC).

Cuando leía esto anteriormente pensaba como era posible que los discípulos no pudieran entender algo tan simple, el Señor Jesús muchas veces les había dicho públicamente que era necesario que el padeciera, que sería  entregado en manos de pecadores, que daría su vida por sus amigos, que resucitaría al tercer día, etc, y de seguro en esos tiempos de intimidad con los doce, les explicaba más detalladamente acerca de lo que tendrían que vivir, incluso a Pedro le señaló como todo esto iba a turbar su corazón, sin embargo no lo entendieron.

La verdad es que los discípulos entendían lo que el Señor les anunciaba, pero lo hicieron carnalmente, con la razón humana, y es que existen dos niveles de entendimiento, uno natural, con las reglas de la lógica y es un nivel muy básico en el que las palabras son información y sólo amplían el conocimiento y no provocan ningún cambio de conducta y el otro nivel de entendimiento es espiritual, y es donde las palabras luego de ser procesadas por tu mente, impactan tu espíritu, entonces entras en un nuevo nivel de entendimiento, pues algo que estaba escondido para la razón te es revelado y esas palabras producen vida, restauran, cambian el corazón y levantan para hacer el propósito de Dios.

Fíjese en esto: antes de que el Señor les abriera el entendimiento espiritual, (le llamaremos así, para saber que se trata del segundo nivel de entendimiento), ellos habían tenido los anuncio profético por siglos de la resurrección del Mesías, que como buenos judíos conocían muy bien, tenían los reiterados mensajes que Jesús mismo les dio, acerca que resucitaría, tenían el testimonio de las Marías que lo habían visto resucitado, y tenían su propia experiencia, porque vieron con sus propios ojos a Jesús (creyendo que era un fantasma), incluso Tomás  puso su mano en la herida, y con todo esto no entendieron, sino hasta que Jesús les abrió los ojos del entendimiento, ahí se les revela la resurrección.

La Biblia dice que el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no conozcan a Jesús (2 Corintios 4/4), por esta razón aveces uno dice ¿pero cómo no entienden?, y la verdad es que no lo hacen hasta que Dios les abra los ojos del entendimiento espiritual, note que los mismos discípulos, necesitaron ese milagro, aún habiendo estado mucho tiempo con Jesús, cuanto más los incrédulos, y aún nosotros debemos orar como David: "Señor dame entendimiento" (Salmos 119/169), porque sólo el entendimiento espiritual trae vida y cambio en nuestro corazón, por eso Pablo dice que la transformación viene renovando el entendimiento (Romanos 12/2).

Pablo en su primer capítulo del libro de Efesios ora para que los que lean esta carta reciban "espíritu de sabiduría y revelación" y en el versículo 18 específica "Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, Pablo sabía que sí reciben la palabra en el primer nivel, nada ocurriría.
Esta también debe ser nuestra oración por los perdidos, "Señor, abre sus ojos"

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