sábado, 6 de septiembre de 2014

LA SEGUNDA PARTE

"Muchos samaritanos de esa aldea creyeron en Jesús, porque la mujer había dicho: «¡Él me dijo todo lo que hice en mi vida!». Cuando salieron a verlo, le rogaron que se quedara en la aldea. Así que Jesús se quedó dos días, tiempo suficiente para que muchos más escucharan su mensaje y creyeran. Luego le dijeron a la mujer: «Ahora creemos, no solo por lo que tú nos dijiste, sino porque lo hemos oído en persona. Ahora sabemos que él es realmente el Salvador del mundo». 
(Juan 4:39-42 NTV)

Es conocida la historia de la mujer samaritana, y el gran milagro que Jesús hizo en su vida, pero así es como concluye la historia, dando testimonio de Jesús y llevando a todo un pueblo a los pies del Señor, pues solo con el milagro en su vida estaría inconclusa la historia, necesita una segunda parte, ya que esta segunda parte  habla de que lo que Dios hizo en su vida fue real y profundo.
Meditemos hoy en algunos de estos detalles

La fe prestada
La mujer samaritana les contó lo que Jesús había hecho en su vida, era tan grande la emoción que la gente la oía atentamente, esa mujer estaba feliz contando lo que Jesús hizo en su vida.
Al principio creerán con una fe prestada, creerán por lo que tu les dices, pues ellos aún no han desarrollado ningún nivel de fe, tendrás que prestarles tu fe, a través de tu testimonio.

La invitación que estaba esperando.
Cuando ellos oyeron la historia, invitaron a Jesús a quedarse, este es un paso decisivo, y era la invitación que Jesús estaba esperando. La Biblia dice "He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno abre yo entrare y cenare con él" (Apocalipsis 3/20). Nuestro testimonio es relevante, porque es el que mueve a la gente a invitar a Jesús.

Experiencia personal
Luego dijeron "ahora no creemos por ti, sino por nosotros", ya Jesús era real en sus vidas, no seguían una idea, o una religión, habían tenido una experiencia personal con Jesús, y eso es irrefutable, todos aquellos que hemos tenido una experiencia personal con Jesús, le comenzamos a amar y dejarlo se hace imposible, se vuelve irrenunciable para nuestras vidas.

Seguro Dios hizo un milagro en tu vida y le conoces, pero esa es sólo la primera parte, ¿estas dispuesto hoy a comenzar la segunda parte?

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