martes, 9 de septiembre de 2014

PARTIENDO EL PAN

"Para entonces ya estaban cerca de Emaús y del final del viaje. Jesús hizo como que iba a seguir adelante, pero ellos le suplicaron: «Quédate con nosotros esta noche, ya que se está haciendo tarde». Entonces los acompañó a la casa. Al sentarse a comer, tomó el pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos. De pronto, se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Y, en ese instante, Jesús desapareció" 
(Lucas 24:28-31 NTV)

Encontré en este pasaje algo fascinante, léalo de nuevo y responda, ¿Cuál era la intención de Jesús? - No era pasar la noche porque era tarde, ni tampoco cenar con ellos... Jesús quería abrir los ojos de sus discípulos, y creo que este sólo punto merece un tema especial, pero quede asombrado de la manera que lo hace; comiendo con ellos.
Jesús recién resucitado, glorioso¡¡, tal vez pudo aparecer de pronto rodeado de ángeles o tocarles y que cayeran las escamas de sus ojos o no se alguna forma más "espiritual", pero Dios no es así, él entiende nuestra naturaleza, sabe como llegar a nuestro corazón, aveces de formas tan simples y sencillas, pero el esta tocando, sanando o dando visión.

En la primera parte del capítulo se cuenta como comienza esta historia, unos hombres iban desde Emaus a Jerusalén, hacía tres días que Jesús había muerto, ellos estaban tristes y Jesús se aparece y camina con ellos, el versículo 13 del mismo capítulo dice que la distancia entre Emaus y Jerusalén era de 60 estadios y cada estadio son 180 Mts., es decir estaba a unos 10 kilómetros, este dato es importante porque nos dice que caminaron con Jesús aproximadamente dos horas y no pudieron reconocerle.
Y a veces nos ocurre así, caminamos con Jesús por mucho tiempo y no podemos reconocer su voz, no reconocemos su propósito para nuestras vidas, no reconocemos lo que el ha hecho en nosotros y lo que es mayor, lo que el ha puesto en nosotros, a veces otros lo reconocen y nosotros no.
El versículo 27 dice que Jesús les dio un paseo por las escrituras, eso fue una clase magistral de teología y profecía bíblica, de labios del autor de la vida, era palabra Rhema, es decir, directa del corazón de Dios para ellos, tanto así, que en el versículo 32 dice que ardía sus corazones cuando el hablaba. Pero esto tampoco abrió sus ojos.
Sin embargo en una situación tan cotidiana, comiendo juntos, se abren sus ojos (hablaremos después de todo lo que esto significa), esto me habla de la sencillez de Jesús, me hace recordar tantas historias de mi vida en las que Jesús hizo lo mismo conmigo, abrió mis ojos con cosas tan simples, recuerdo un día desperté como a las 5 de la mañana y los pájaros no paraban de cantar y pensé "los pájaros ya comenzaron a alabar al Señor" y vino un tiempo especial con el, o la vez que sano mi corazón con un desayuno o un abrazo, miles de historias así.

Dios es tan tierno, es Dios, pero es tan humano, su amor no tiene límites, estoy seguro que si en este mismo instante dejas lo que estas haciendo y atiendes a tu alrededor, verás que "Jesús esta partiendo el pan", es decir, esta haciendo algo sencillo para atraerte hacia el y demostrarte su amor y abrir tus ojos. Hazlo.

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