lunes, 8 de septiembre de 2014

SOPLA OTRA VEZ ¡¡¡

"Luego me dijo: «Hijo de hombre, anuncia un mensaje profético a los vientos. Anuncia un mensaje profético y di: “Esto dice el SEÑOR Soberano: ‘¡Ven, oh aliento, ven de los cuatro vientos y sopla en estos cuerpos muertos para que vuelvan a vivir!’”». Así que yo anuncié el mensaje como él me ordenó y entró aliento en los cuerpos. Todos volvieron a la vida y se pusieron de pie; era un gran ejército. Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos representan al pueblo de Israel. Ellos dicen: “Nos hemos vuelto huesos viejos y secos; hemos perdido toda esperanza. Nuestra nación está acabada”. Por lo tanto, profetiza y diles: “Esto dice el SEÑOR Soberano: ‘Oh pueblo mío, abriré las tumbas del destierro y haré que te levantes. Luego te regresaré a la tierra de Israel.
Pondré mi Espíritu en ti, volverás a vivir y regresarás a tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el SEÑOR, he hablado y que he cumplido mi palabra. ¡Sí, el SEÑOR ha hablado!’”». 
(Ezequiel 37:9-12, 14 NTV)

Aunque esta historia fue una visión, y no fue real, creo firmemente que Dios tiene el poder de volver a la vida a huesos secos y hacerlo literalmente. Sin embargo podemos recoger un gran tesoro de esta historia.

El Señor es soberano
No es casualidad que este anuncio comience con esta frase: "Esto dice el Señor soberano", la trascendencia del mensaje requiere entender primero la soberanía de Dios, pues sí escuchas que Dios levantara un ejército de un cementerio de huesos, e ignoras su soberanía, es decir, su poder ilimitado, y su voluntad inquebrantable de  dar vida, te costará aceptar este milagro.
Muchos ponen su mirada en su propio cementerio de huesos, ven como muchas áreas o situaciones de sus vidas están secas y sin vida, y esto no provoca otra cosa que dolor y desanimo, pero hoy Dios nos llama a mirar su soberanía, a contemplar su brazo fuerte dando vida a todo lo que este muerto; enfoca en el poder de Dios y no en los huesos.

Anuncia el mensaje
Dios le comunica al profeta su voluntad de dar vida a los huesos, pero lo que viene a continuación es impresionante, Ezequiel debía anunciar ese mensaje a los huesos secos, ¡Imagínese hablarle a los huesos¡, pocas cosas son tan "locas" como esta, pero tiene gran relevancia, porque en el mundo espiritual así es como se inician los milagros, a través de declaraciones de fe.
Hablarle a los huesos requiere valor, para ir contra la corriente, para hacer frente a las críticas, burlas y aún a tus propios pensamientos.
Cuando el profeta le diera el mensaje a los huesos, ese mensaje dejaría de ser del profeta y se transformaría en el mensaje de Dios, una sentencia de poder, que trae vida sobre aquello que esta muerto.

Pondré mi Espíritu en ti
La vida viene con ese soplo de Dios, allí pone el Señor de su propio Espíritu. Sólo lo que tiene vida pude transmitir más vida, y Dios anhela soplar su Espíritu sobre sus hijos para que podamos ser dadores de vida, hay tantos huesos secos a nuestro alrededor, que hoy necesitamos con urgencia que Dios sople otra vez, 

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