"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva"
(S.Juan 7:37-38 RVR1960)
Era la fiesta de los tabernáculos y durante la celebración el pueblo traía agua y la ofrecía como una ofrenda al Señor, esto para recordar el gran milagro que ocurrió con ellos cuando estaban en el desierto y Moises hizo salir agua de la roca; y mientras derramaban el agua en el altar, el pueblo gritaba y cantaba un verso de las escrituras, Isaias 12/3 "Sacaréis con gozo aguas de la fuente de la salvación", en este escenario Jesus llama la atención de toda la gente, se hace un gran silencio, el Señor alza la voz y dice "yo soy la roca, y soy el agua que salió de la roca, soy el cumplimiento de ese milagro, porque esa agua no solo calmó la sed de vuestros padres, sino que fue una promesa del padre, traeré sobre ustedes agua viva y no tendrán sed jamás, y hoy se ha cumplido esta palabra" (paráfrasis).
Hoy meditemos en esa agua viva.
El agua que quita la sed
Es una comparación simple, si ha tenido mucha sed puede entender rápidamente la figura que uso el Señor, el agua es un elemento indispensable en nuestro organismo, de hecho estamos hechos en gran parte de agua; podemos vivir varias semanas sin alimento, pero no muchos días sin agua. El agua viva es Jesus, El quita tu sed, satisface toda tu necesidad interior, Jesus dijo "El que toma del agua que yo le daré no tendrá sed jamás" (Juan 4/14). Hoy vemos un mundo con mucha sed, pero bebiendo el agua incorrecta, esa agua trae dolor y destrucción, y a la postre trae mas y mas sed.
La invitación del Señor es para ti, "Solo ven y bebe", solamente el agua viva que es Jesus quitará tu sed y llenará tu vacío interior.
El agua que da vida
"En el serengueti el sol parte la tierra y la sequía amenaza la vida, los animales agonizan de sed y de hambre y la hierba prácticamente desapareció; de pronto los cielos se oscurecen y comienzan a caer gotas de esperanzas, son gotas de vida" (debes imaginarlo con acento español).
La vida del planeta existe por el agua, donde hay agua hay vida. Ese es el mensaje que entregó el Señor en la fiesta de los tabernáculos: "si no beben esta agua estarán muertos", no se trata de elegir que agua quieran tomar, se trata de tomar el agua que es Jesus o morir.
La invitación del Señor para ti es "bebe y vivirás", solamente Jesus puede dar vida, el es el agua viva que resucitará tu vida.
El agua que corre
Hay varias diferencias entre las aguas muertas y las aguas vivas, una de ellas es que las aguas vivas siempre están corriendo, en movimiento constante no pueden estar quietas, en cambio las aguas muertas siempre están estancadas.
Jesus dijo que esa agua "correrá" dentro de ti, y Juan lo entiende de inmediato como la promesa de Espíritu Santo. Cuando el agua viva viene a tu ser, primero quita tu sed, ya no necesitas buscar en nada más; luego resucita tu espíritu, trae vida, y finalmente te mueve, te hace correr para llevar mas agua a quienes tienen sed, correr por la necesidad de otros.
David dijo: "Mi alma tiene sed"' ¿tiene sed usted?, venga y beba.
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