domingo, 28 de septiembre de 2014

VAMOS A LOS MONTES ¡¡

"Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel". 
(Salmos 121:1-4 RVR1960)

David usa un lenguaje poético para hacer una declaración de su estado espiritual, pero también para establecer algunos principios que hoy vamos a meditar.

El escenario de estas palabras era la persecución, el rey Saúl movido por los celos, mando a matar a quien veía como una amenaza para su trono, David tenía el favor de Dios y de la gente, Dios prosperaba todos sus caminos y le dio un nombre frente a sus enemigos, por esta razón el rey quiso eliminar la competencia y David huyó a los montes, se escondió en las colinas rocosas de Israel, allí se sentía seguro, era prácticamente imposible que lo encontraran allí.
Pero David solo utiliza esos montes como una metáfora, en su poema esos montes representaban la presencia de Dios. Los montes de Sión eran símbolo frecuente de la manifestación del Señor, y los judíos entenderían muy bien sus palabras, David  decía: "Estoy escondido en la presencia de Dios, ¿quién podrá tocarme aquí?"; su salmo refleja su plena confianza en Dios y lo tranquilo que se sentía aun en medio de la persecución.
Este debe ser también nuestro lugar de residencia, debemos vivir en los montes, no importa que pueda estar pasando abajo, o cuantos enemigos rujan por ti, que hermoso es sentirse seguro en las manos del Señor, saber que Dios guarda tu vida, que estas escondido en el hueco de su mano, que el vela por ti. Hoy tenemos que quedarnos a vivir en los montes, en la presencia del Señor, que nada te saque de allí.

En los montes o lugares altos los judíos realizaban los sacrificios, hacían altares de adoración y sacrificaban animales en ofrenda y expiación por sus pecados. De modo que los montes representan también el lugar del sacrificio.
Un sacrificio era una ceremonia en la que un animal inocente era muerto, en realidad era una representación, pues lo que estaban diciéndole al Señor era que ese animal estaba tomando su lugar, les reemplazaba, porque quienes debían morir eran ellos, no el animal, pero Dios en su misericordia permitía esa sustitución. Claramente este era un símbolo del sacrificio de Cristo en la cruz.
David dijo: "Señor, yo estoy en el lugar del sacrificio, hoy te presento mi vida en el altar del sacrificio, los montes", David estaba estableciendo un principio espiritual "Puedes tener una relación con Dios solo en el monte, la cruz", fue lo mismo que dijo Pablo "Estoy en la cruz" (Galatas 2/20). Cuando estanos en la cruz nos hacemos invencibles, cuando estamos en la cruz nuestro carácter toma el color y olor del Señor, cuando estamos en la cruz estamos en el refugio perfecto. 

La invitación de Dios para todos hoy es hermosa, ¡¡Vamos a los montes!!

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