martes, 23 de septiembre de 2014

LAGRIMAS...

"Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?" (Joel 2:17 RVR1960)

Hasta hoy los científicos no han podido explicar a cabalidad el porque de las lagrimas, saben por ejemplo que hay una red neuronal compleja entre el cerebro y los lagrimales,  que a través de las lagrimas el organismo regula ciertos niveles de hormonas y que eso es muy bueno para el cuerpo, y algunas otras teorías que aun no se validan, pero me asombro mucho lo que dijo Darwin a mediados de 1800, dijo que el llanto es una "bandera roja", un indicador de severo conflicto interno, una señal de dolor, una manifestación extrema de las emociones, porque lloras cuanto estas muy feliz y también demasiado triste, y esa bandera busca dar a conocer lo que sucede interiormente.

El texto de Joel lo leí muchas veces, pero hoy toda mi atención quedo atrapada en la instrucción que le da el Señor al liderazgo espiritual de Israel, Dios les dice que debían llorar y quisiera que reflexionemos en esto hoy.

El lugar del llanto
Dios fue claro, y les especifica donde tenían que llorar, "Entre la entrada y el altar", no en cualquier parte, y esta ubicación nos dice varias cosas: primero que al entrar al tabernáculo a un par de metros, lo primero que veías era el altar de bronce, y esto me habla de la prioridad de volverse a Dios y llorar, de la urgencia del mandato, no debían hacer nada antes, solo entrar y llorar. En segundo lugar, este era un lugar público, si Dios hubiese querido que los sacerdotes lloraran en privado, no los manda a llorar entre la entrada y el altar, los mandaría a un cuarto secreto, y esto me habla de un derramamiento ante Dios públicamente, los sacerdotes debían llorar juntos delante del pueblo, porque esto quebrantaría su propio orgullo y estremecería a la congregación. Y en tercer lugar debía ser frente al altar de bronce o altar del holocausto y esto representa el sacrificio de Cristo en la cruz, Dios tenía urgencia por llevarles a esta revelación de la cruz de Jesus, pues allí es donde nuestra vida es transformada, el pecado es borrado, las heridas mas profundas son sanadas y Dios levanta un nuevo sacerdocio.

La motivación del llanto
Aveces cuando bostezas lloras, pero no eran "lagrimas de cocodrilo" las que Dios buscaba, Dios quería que esas lagrimas fueran una "bandera blanca", unas señal de rendición, de absoluta entrega, pues el sacerdocio se había alejado del propósito de Dios, tal vez se habían "profesionalizado", conocían muy bien el oficio, pero perdieron la esencia de buscar a Dios. Entonces el proceso de esas lagrimas era la humillación, el reconocerse delante de Dios, esas lagrimas serían un testimonio de la verdad que había en sus corazones por la presencia de Dios, serían un grito del alma por recuperar lo que habían perdido. 

El contenido del llanto
"Lloren y digan... Perdona oh Jehova a tu pueblo..." Debía ser un llanto de arrepentimiento, por su propia falta, pero también por el pecado del pueblo. Dios buscaba ese tiempo de arrepentimiento en el liderazgo, no un "perdona mis pecados" ligero, sino un profundo dolor por haber fallado a Dios, un sincero deseo de volverse a él y abandonar todo aquello que nos alejo de Dios, esa angustia por haber herido el corazón de Dios, de verdad les digo que esas lagrimas no se pueden parar , son lagrimas del alma que estremecen tu vida y provocan un genuino cambio en ti.

Muchos dirán "es que yo no soy bueno pa llorar", pero la instrucción es tan clara, no considera nuestra habilidad para hacerlo, ni nuestro deseo, solo es una orden para restaurar a la nación.
Por último quisiera decir algo, pero por favor sepa que es solo una opinión personal, no esta en la Biblia, pero es algo que he podido observar en este tiempo, y es que las lágrimas son como una extensión del lenguaje, vera, todos los idiomas son limitados, hay estados del corazón que no se pueden expresar con palabras, porque no existen esas palabras, entonces esas lagrimas vienen a ser como una extensión del lenguaje, y ese idioma de las lagrimas solo puede ser leído por Dios,  otros pueden verte llorar y solo ven que lloras, pero Dios sabe lo que dice cada lagrima.

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