viernes, 24 de octubre de 2014

DEFENDIENDO NUESTROS HIJOS CON LA CRUZ

Estos días hemos visto en nuestro país una nueva arremetida de las minorías progresistas, que con la venia del gobierno, quieren comenzar a enseñar en los jardines infantiles sobre familias homoparentales.  Ante las variadas opiniones que han surgido y la eventual confusión que esto causa, quisiera intentar responder dos preguntas: 
Primero, ¿cuál debe ser nuestra postura como cristianos frente a esta coyuntura?, No debemos enfrentar esta causa con discursos morales, ni llevarla al terreno de la fe, porque con esto solo conseguimos el rechazo y burlas de aquellos que queremos atraer a la cruz, nuestra lucha no es con las personas, es niveles espirituales. Ahora bien, Dios ama a los homosexuales, pero aborrece la homosexualidad, Dios creó un hombre y una mujer, un padre y una madre, y no debemos ocultar esta verdad, ni avergonzarnos de ella, Pero tampoco debemos sentarnos a ver como se destruyen los cimientos de nuestra sociedad, debemos alzar nuestra voz y no callar, hacer oír nuestros derechos como ciudadanos; como padres tenemos el derecho de enseñarle los valores que estimemos mejores para la formación de nuestros hijos, si las minorías sexuales conciben otro concepto de familia, no tienen porque imponérnosla, ridiculizando el pensamiento conservador, la moral y la fe, si se trata de respeto y democracia, exigimos ese respeto a la gran mayoría que aun piensa diferente. 
Algunos sostienen que debemos enseñarles los valores de la familia con un padre y una madre a nuestros hijos en el ceño del hogar, mientras ellos lo hacen públicamente, en colegios y jardines infantiles ¿es esto justo?, Padres no lo acepten, hagan oír su voz con respeto y velen por la integridad de sus hijos. Debemos alzar la voz, de la forma correcta y en los lugares correctos.
Finalmente ¿Bajo qué argumento sostenemos nuestra postura?, pues sencillamente porque es Inconstitucional, nuestra legislación establece que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y mientras así sea, exigimos al gobierno que se haga respetar la constitución y las leyes.
Debemos identificar claramente a los políticos que quieran cambiar esta concepción y castigarles con nuestro voto, debe primar la defensa de los valores más fundamentales de la sociedad que nuestra inclinación política. Nuestra pensamiento se defiende con la cruz, pero estampada en el voto.
Hablemos esto después de la cena, y en la oficina, coméntelo en las redes sociales, y aun si es necesario movilicemosnos, sin temor y en plena libertad de nuestro ejercicio ciudadano.
Omar Venegas.

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