viernes, 31 de octubre de 2014

PALABRAS SAZONADAS

"Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno"
(Colosenses 4:6 RVR1960)

¿Lo pensé o lo dije?, cuantas veces nos ha pasado que nuestra lengua quiere divorciarse del sistema nervioso central y no obedecer instrucciones de nuestro cerebro, y para cuando nos damos cuenta ya es tarde y nuestras palabras tal vez dañaron u ofendieron a alguien.
La Biblia dice que el hombre que no ofende en palabras este es un varón perfecto (Santiago 3/2), y también dice en Eclesiastés 7/20 "No hay nadie perfecto en la tierra"; por lo que nuestras palabras deben ser muy bien custodiadas constantemente.
Aveces nos es fácil hablar por hablar, el Señor calificó ese tipo de palabras como "palabras ociosas", en Mateo 12/36 "De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio". Las palabras ociosas son las que no tienen propósito, de ellas provienen los chismes, las mentiras, las quejas, las faltas de respeto, los insultos, etc., 
Necesitamos entender el inmenso poder que tienen nuestras palabras, y además de anular decretos de maldicion, establecidos por palabras irresponsables y descuidadas, también recuperar el control de cada expresión de nuestros labios, pues con ellos alabamos a Dios, llevamos vida y restauración a aquellos que están en prisiones de oscuridad y cuando permitimos palabras sin sentido, nuestro mensaje de vida pierde fuerza, por eso el Señor dijo que de una fuente no puede salir agua dulce y amarga (Santiago 3/11). Al respecto Pablo en el texto inicial nos da tres consejos.

Palabras con gracia
La gracia es el favor de Dios que no merecemos, y apunta específicamente a la salvación, la Biblia dice "Por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no es de vosotros, pues es un don (regalo) de Dios" (Efesios 2/8). La salvación de los perdidos debe estar continuamente en nuestra boca, estudios dicen que hablamos alrededor de siete mil palabras al día, aunque las mujeres hablan mucho mas, pero preguntemosnos ¿cuántas de esas palabras son de salvación cada día? ¿Esta la gracia en nuestros labios?

Palabras con sal
La sal le da sabor a un plato, puede ser una gran preparación, pero si no tiene sal, no será bueno, nuestras palabras deben tener sal, deben ser palabras que inspiren, que traigan alegría, que motiven a buscar a Dios, y aunque sean palabras de corrección y disciplina, deben tener la dosis justa de sal. Jesus dijo que nosotros somos la sal de la tierra (Mateo 5/13), y el salero entonces es nuestra boca, aveces una situación difícil solo necesita un poco de sal, esas palabras ungidas que salen de tus labios.

Respuestas sabias
Saber cómo responder no siempre es fácil, aveces es necesario guardar silencio un poco de tiempo, mientras Dios trae luz y sabemos cómo responder, una respuesta sabia siempre trae paz, una respuesta sabia diluye la confusión. La sabiduría humana siempre daña, porque esta cargada de nuestros egoísmos. La verdadera sabiduría viene de Dios, de temerle y escuchar su palabra.

David dijo "No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios" (Salmos 89/34), a Dios le agradó este compromiso que hizo David con sus dichos, por eso Dios le dio palabras con gracia, con sal y con sabiduría. 

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