LA PERNIQUEBRADA

"Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia"

(Ezequiel 34:16 RVR1960)

Ayer meditaba en la oveja perdida, pero hoy me encuentro con seis categorías de ovejas, y aunque fijaremos nuestra atención en la oveja perniquebrada, pasemos rápidamente por cada una de ellas. 

Ya sabemos que la oveja perdida es la rebelde, a esta oveja el Señor la buscará y es lo que ha hecho con todos nosotros. La oveja descarriada es la que abandonó el redil, tomando otro rumbo, decidiendo volver a su antigua vida, a esta oveja el Señor la hará volver. La oveja débil es la oveja que no se ha alimentado de la palabra y la presencia de Dios, que se ha enfermado y debilitado en su fe, a esta oveja el Señor la fortalecerá.  La oveja engordada es  la que ha recibido la palabra y formación del Señor, pero no ha querido entregarla a otros, y la oveja fuerte es la oveja religiosa, su fortaleza son sus estructuras, tradiciones y argumentos; que triste es ver que el Señor destruirá a la oveja engordada y a la fuerte.

Pero pongamos nuestra atención en la oveja perniquebrada. Este es un tipo especial de oveja, porque es una oveja que esta en el redil, pero es una oveja voluntariosa, no se adapta al ritmo del pastor, aveces se atrasa, y otras se adelanta, arrastrando a las demás ovejas con ellas, de pronto quiere ir a comer otros pastos y se desvía del camino y el pastor varias veces debe aplicar su callado para hacerle volver, es una oveja inquieta y que resiste el trato, incluso aveces hace conflicto con las demás ovejas; entonces el pastor tiene que aplicar un método que no es tan popular , pero es muy efectivo, la toma en sus brazos y le desgarra el muslo y luego la venda, esta oveja queda cojeando por mucho tiempo, y en ese tiempo esta muy cerquita del pastor y adquiere el carácter y temple de una oveja madura del redil.

Al entender esta descripción, no puedo dejar de pensar en Jacob, el fue una oveja perniquebrada, el impuso su voluntad siempre, ganó la bendición de su padre con malas artes, etc, un día el Señor lo tomó en sus brazos y le puso un dedo en su muslo y lo descoyuntó, dejándolo cojo por el resto de su vida; puede parecer cruel, pero es un acto de amor, y gracias a eso Jacob heredó finalmente la promesa de Abraham y tuvo sus doce, estableciéndose como una nación.

Romper el muslo es llevar al quebranto, y el pastor de los pastores hace esto con nosotros de tantas formas distintas, aveces uno no lo nota, o no lo entiende y hay situaciones que causan un dolor tan grande en nuestras vidas, que afectan nuestros pasos y nos hacen cojear, pero es necesario ese quebranto para experimentar la verdadera humillación, pues sin ella no es posible agradar a Dios, ni entrar en su propósito, es necesario el quebranto para poder rendir nuestra vida completamente, y depender del Señor, pues entonces buscamos su presencia mas que nunca y estamos cerquita de él; es necesario el quebranto para por fin entender que es lo incorrecto en nuestras vidas y rogarle al Señor que nos transforme, es necesario el quebranto para ser tratado en nuestro carácter y adquirir la mansedumbre de una verdadera oveja, es necesario para reconocer nuestro lugar en el redil y reconocerle a él como Señor y dueño de nuestras vidas, futuro, etc. es necesario el quebranto para morir, porque es la única forma de que él viva en nosotros.

Una oveja perniquebrada es una oveja coja, porque esta aprendiendo a caminar al lado de su pastor, y no atrás ni adelante, y es una oveja que esta siendo tratada porque su pastor tiene propósitos con ella, por último es una oveja amada, porque permanece en los brazos del pastor, y es una oveja que será vendada, será sanada y restaurada, solo que luego tendrá el corazón del Señor.