jueves, 16 de octubre de 2014

LOS SUEÑOS DE DIOS

"Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres"
(Salmos 126:1-3 RVR1960)

Hace unos días escuche una definición de la palabra vejez, y me llamo la atención, "eres viejo cuando son mas la cantidad de recuerdos que la cantidad de sueños que tienes". Y parece tener mucho sentido, porque he visto que cuando alguien no tiene sueños, comienza a marchitarse su vida. A esto debió referirse Andronico Luksic luego de hacer cumbre en el Everest el año 2002, cuando un periodista le dijo: "Ahora usted lo ha alcanzado todo" Luksic respondió: "Un hombre que no tiene sueños y nuevos desafíos, ya murió".
Las personas que han marcado historia, que han provocado cambios en sus generaciones, siempre fueron hombres que movidos por un sueño, lucharon incansablemente hasta lograr ese sueño.
David pudo ver que una característica de los hombres y mujeres de Dios son los sueños, por eso la aspiración para su pueblo y el mismo era "ser como los que sueñan", comentémoslo hoy.

El enemigo de los sueños
"Cuando Jehova hiciere volver la cautividad de Sión...". Cuando estas cautivo no puedes soñar, tienes demasiadas cosas por las que preocuparte aquí y ahora para gastar tiempo en el futuro. Cuando Israel estuvo en esclavitud 400 años, no soñaban en una tierra libre, sino en como hacer mas soportables sus vidas y aun cuando Moises les saco de Egipto e iban rumbo a la tierra prometida y veían algun problema, querían devolverse a Egipto, porque continuaban siendo esclavos en sus corazones, y no podían soñar. Por eso David Dice "cuando Dios rompa la cautividad soñaremos".
Nadie puede soñar cuando está atado, por eso el enemigo encontró mil maneras de atar a la gente, el no quiere que tu sueñes, porque los sueños son el vehículo por el cual Dios te lleva a conquistar cada meta.
¿Cuáles son tus sueños?, si tardas mucho en responder, o si esos sueños solo tienen que ver contigo o tu familia y no trascienden a las siguientes generaciones, entonces lo primero que debes hacer es romper toda atadura que el enemigo haya puesto en tu vida, necesitas ser libre para soñar.

La alegría de los sueños
"Entonces nuestra boca se llenara de risa". ¿Hay algo que motive más y alegre más  el corazón que un sueño  de Dios?, los sueños de Dios provocan esa dicha constante, incluso puedes atravesar grandes tormentas, pero tu mirada esta puesta en lo que vendrá, entonces la pelea chica del día a día pierde valor y no logra apagar tu entusiasmo, un claro ejemplo de esto lo vemos en el Apóstol Pablo, quien en medio de persecuciones, enfermedades, naufragios, traiciones, castigos, etc.,  escribió: "Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2 Corintios 4:17 RVR1960).
Los que sueñan saben lo que viene para ellos, por eso la "leve tribulación momentánea" no puede entristecerles. Los sueños de Dios traen alegría y la certeza que Dios obrará a nuestro favor.

La consagración de los sueños
"Nuestros labios de alabanza". Los sueños necesitan consagración, la alabanza nos habla de esa intimidad con Dios, pues es solo a través de esa estrecha relación con el padre que veremos cada sueño, David  escribió "Deléitate en el Señor y el concederá las peticiones de tu corazón" (Salmos 37/4), veo que en la proporción que nos deleitamos en el Señor él concede cada sueño.
Los sueños deben ser regados con mucha oración, si no se transforman en lindos deseos, en ideas positivas para el futuro, etc, los sueños toman forma, se hacen fuertes en la presencia de Dios.
La alabanza es parte de nuestra relación con Dios, parte también de la oración, la alabanza no es solo cantar el domingo, alabar es declarar las grandes obras del Señor,  lo que Dios ha hecho y también lo que hará, la Biblia dice que Dios habita en la alabanza de su pueblo (Salmos 22/3), de modo que cuando le alabas estas trayendo a Dios a tus sueños, y eso hará que ese sueño nazca para ti.

Romper lo que te impide soñar, quitar esas ataduras y alegrarte con los sueños de Dios para ti, para luego deleitarse en la presencia de Dios, alabándole hasta ver cada sueño realidad, solo provocará una cosa; que digan entre las naciones ¡Grandes cosas ha hecho Jehova con estos!, así será.

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