viernes, 10 de octubre de 2014

OFRENDAS VIVAS

"Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer"
(Romanos 12:1 DHH)

Una ofrenda para Dios es como un regalo, cuando haces un regalo intentas reflejar en el tu amor, quieres que la otra persona vea en ese regalo cuan importante es para ti, etc,. Así también Dios, nos permite entregarle ofrendas, que son muestras reales de amor, expresiones de adoración y gratitud al Señor.
En tiempos bíblicos, las ofrendas eran animales que se sacrificaban en un altar, ese animal representaba la vida del oferente, ya sea por expiación de sus pecados o como muestra de devoción y amor al Señor.
Pero en esta ocasión Dios nos dice que la ofrenda debemos ser nosotros mismos, que debemos ofrendarnos, entregarnos en el altar del sacrificio, porque esta es la verdadera adoración y ofrenda que Dios busca.
Por supuesto que  el hecho de ofrendarse o entregarse en el altar del sacrificio no es literal, Dios estaba estableciendo un principio espiritual, que es que Dios quiere vidas completamente entregadas a el.

Pablo escribió esta carta a los romanos cristianos, que en parte estaban influenciados por el pensamiento griego, quienes creían que a Dios solo le interesaba nuestro espíritu, que lo físico no tenía importancia, ellos separaban lo espiritual de lo natural, entonces creían en Dios, pero también complacían sus cuerpos de todo cuanto les demandara.  Pablo rompe ese argumento con este principio: somos un todo y Dios no quiere menos que ese todo, quiere ser el Señor de mi adoración, pero también de mis palabras, de mi familia, de mis deseos, de todo.

La palabra "sacrificio" tenía varios sentidos en el texto original, una de ellas era "ola" que significa lo que sube al altar, relacionando la ofrenda con el animal que subía al altar, pero también "ola" significaba lo que sube al cielo en forma de humo, porque la ofrenda era degollada y luego quemada, entonces podía llegar a la presencia de Dios con un olor, que era el olor del corazón de quien ofrecía la ofrenda.
Esto me habla dos cosas, primero una ofrenda que no sube al altar no es ofrenda y segundo que para que subamos hasta la presencia de Dios con olor agradable debemos morir a nosotros mismos y arder en el fuego de Su Espíritu.

"Sacrificios vivos". Esto parece una contradicción, porque un sacrificio por definición es un animal muerto, nunca podía quemarse un animal estando vivo,  pero aquí está la clave, porque era tanto el deseo de Dios de estar con el hombre en esa intima adoración, que permitía la muerte de un animal y a través del derramamiento de su sangre hacia que Dios pudiera recibir el corazón del oferente, pero Dios siempre quiso sacrificios vivos, no muertos. Por eso Jesus es el sacrificio perfecto, porque fue a altar de la cruz, derramo su sangre y cubre nuestros pecados, desde entonces Dios puede recibirnos como ofrenda directamente, porque somos ofrendas muertas en Cristo, pero resucitadas en él; por eso ahora Dios busca sacrificios vivos, hombres y mujeres que se ofrenden a el.
El problema con una ofrenda viva pudiera ser que quiera bajarse del altar, pero debemos recordar que Dios solo recibe de nosotros ese olor fragante cuando nuestras vidas están rendidas en el altar, cuando nuestra vida es una ofrenda viva.

2 comentarios:

  1. la verdad q esto me llenaa .., gran revelacion .. me dan ganas de saltar y gritar buenisa palabra para la ofrenda!

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