viernes, 3 de octubre de 2014

OVEJAS Y CABRITOS

"Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda" 
(S. Mateo 25:31-33 RVR1960)

Son muy parecidos, tienen cierto parentesco, pero definitivamente no son iguales, ovejas y cabritos pueden crecer juntas, pero tienen una naturaleza opuesta, cada una representa una paternidad espiritual, y serán separados por el Señor como primera medida en su regreso a la tierra.
En esta parábola Jesus reconoce dos tipos de naturalezas espirituales en sus seguidores, y hoy es bueno entenderlas.

Las ovejas
Las ovejas representan la naturaleza espiritual del Señor, las ovejas son dulces y apacibles, ellas reflejan el carácter de Dios, de hecho Jesus es llamado el "Cordero de Dios", por su carácter manso y obediente; las ovejas son sensibles, incluso pueden entrar en estados depresivos y de estrés, porque no están diseñadas para tener carga, sino para recorrer los verdes prados, así también las ovejas del Señor siempre hallan descanso en los brazos del Señor. Las ovejas necesitan a los demás miembros de la manada, son animales por esencia sociables, solas se vuelven muy vulnerables a sus depredadores, y las ovejas del señor entienden el cuerpo de Cristo que es la iglesia y viven en el, amándose entre si. Las ovejas necesitan ser pastoreadas, sus vidas depende de ello, ellas no saben cuales son los lugares más seguros y verdes para crecer, necesitan ser guiadas, por eso reconocen fácilmente la voz de su pastor, y simplemente lo siguen, así fue que dijo el Señor de sus ovejas, oyen mi voz y me siguen (Juan 10/27), saben identificar voces  extrañas, las ovejas del Señor se dejan enseñar y formar, jamás se resisten.

Los cabritos
Los cabritos representan la naturaleza espiritual del enemigo, los cabritos tienen grandes cuernos, y esto me habla de su orgullo, ellos jamás se dejaran domar, se resisten, sus cuernos son su defensa, su carácter es terco y desafiante, siempre están a la defensiva, son ariscos y mal humorados, así son también los cabritos espirituales, no renuncian a sus razones, no se dejan gobernar por la palabra y el Señor, el orgullo les hace ver solo por si y no por otros, el orgullo les impide oír otra voz que no sea la propia, el orgullo les aleja cada vez mas de Dios. Las cabras son solitarias e independientes, no reconocen la necesidad de un grupo o manada, se sienten cómodas en la independencia, así son las cabras espirituales, se aíslan, no abren su corazón, sienten que se ahogan entre la gente o la iglesia, no dan ni reciben afectos. Las cabras no necesitan pastor, ellas se pastorean a si mismas, toman sus propias desiciones, comen lo que quieren comer, incluso aveces basura; así también las cabras espirituales se niegan a ser pastoreadas, les inquieta hacer la voluntad de otro, su necedad les lleva a alimentar su corazón de chatarra espiritual, a ellas solo les habla Dios por sueño o revelación, nadie mas.

¿Que somos, ovejas o cabritos?, el Señor separará las ovejas de los cabritos para perdición y salvación eterna, es decir no es cuestión solo de entender que he sido para Dios, sino de como esto afectará toda nuestra eternidad. 
Todo ser humano ha nacido en esta tierra como un cabrito, la rebeldía, el orgullo, la terquedad y mal carácter eran nuestra naturaleza de origen y este es el milagro que Dios opera en nosotros, nos cambia de género, una cabra tiene otro ADN, otro patrón genético, es otra especie, ser transformados de cabras a ovejas requiere un milagro, en la Biblia ese milagro se llama "Regeneración",  significa cambiar de género, en Tito 3/5 dice "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo".
Dios puede cambiar nuestra naturaleza hoy y darnos el genero de oveja, solo necesitamos pedirle de corazón que lo haga, y poner la sangre del cordero inmolado sobre nuestra sangre y determinarnos a vivir como ovejas.

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