martes, 14 de octubre de 2014

QUITANDO LA AFLICCIÓN

"Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job"
(Job 42:10 RVR1960)

Job era un hombre íntegro, amaba a Dios y era más próspero que todos los hombres de la tierra, pero de pronto vino la ruina, perdió sus hijos, su esposa, su salud y sus bienes, su aflicción era tan grande que sus amigos vinieron para consolarle y de solo ver su ruina estuvieron siete días sin decir palabra.
Aunque el caso de Job es extremo, muchas veces vivimos aflicciones. Encontré algunos sinónimos de "aflicción" que nos hará más cercano este término: dolor, amargura tristeza, tormento. La aflicción tiene que ver mas con el efecto de un problema en el corazón que con el problema mismo.
Job estaba en aflicción de espíritu  a causa de la terrible situación que estaba viviendo, y aunque había experimentado un tiempo de quebranto y arrepentimiento previamente, continuaba esa carga, ese malestar en el alma y Dios le hizo encontrar el camino para quitar la aflicción.

Solo Dios quita la aflicción.
Job estaba en aflicción por la circunstancia que enfrentaba, y se refugió en Dios, entendió que solo él podía ayudarle. Pero no es necesario vivir una crisis así para sentir esa amargura o dolor, la Biblia dice: "Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu"  (Eclesiastés 1:14 RVR1960), podemos entender este texto diciendo que las experiencias de la vida dejan una huella, una marca en nuestro corazón, la aflicción es ese sabor amargo en el alma, por muchas de esas experiencias. Creo que un distintivo de estos tiempos es la aflicción de espíritu, y solo Dios puede quitar la aflicción.
No importa que hayamos vivido, luego de encontrar el perdón, como lo encontró Job, Dios necesita quitar esa huella, para poder entrar en ese nuevo tiempo de multiplicación, tal como lo hizo el patriarca.

La oración es la clave correcta 
Job encontró la llave que abre todas las puertas, oró al Señor. La palabra que se traduce como oración acá es suplica, fue una oración intensa, elevó un clamor ante la presencia de Dios. Job encontró esta llave al final de todo ese proceso, pero la oración debe ser nuestro primer recurso, la Biblia dice que Dios escucha nuestra oración (Jeremías 29/12), incluso más, en Salmos 139/4 dice que antes que este la palabra en nuestra boca él la conoce. Dios está deseoso de oír nuestras suplicas, porque quiere responder a nuestras necesidades. Solo la oración es la clave.

Un principio espiritual.
Job sumó a la oración y suplica por sus amigos un principio espiritual, "Es mejor dar que recibir", Job pudo haber orado por el mismo, pudo haber pedido por su propia necesidad, eso tampoco es malo, pero antepuso a su necesidad la necesidad de otros, entonces activó esta ley espiritual y Dios lo restauro y restituyó todo lo que tenía.
¿Anhelas una respuesta de Dios?, Ora por tus amigos, preocúpate de la necesidad de otros y Dios se preocupará  de tu necesidad.

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