viernes, 11 de julio de 2014

LEVANTA LAS MANOS ¡¡¡

"Mientras Moisés sostenía en alto la vara en su mano, los israelitas vencían; pero, cuando él bajaba la mano, dominaban los amalecitas. Pronto se le cansaron tanto los brazos que ya no podía sostenerlos en alto. Así que Aarón y Hur le pusieron una piedra a Moisés para que se sentara. Luego se pararon a cada lado de Moisés y le sostuvieron las manos en alto. Así sus manos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol"
(‭Éxodo‬ ‭17‬:‭11-12‬ NTV)

Esta historia es tan impresionante como reveladora, Moisés y su pueblo librando una dura batalla contra los amalecitas, y Dios decide enseñarnos algunas claves para conquistar cualquier desafío:

Moisés estaba arriba del monte mientras el pueblo peleaba en el valle, aquí encontramos el primer principio, el éxito de toda conquista se decide arriba, en las alturas, es en el mundo espiritual donde está la verdadera lucha, luego simplemente se replica en lo natural. La Biblia dice en Efesios 2/6 "Estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales", note el tiempo del verbo estar, es en presenté; usted no va a estar cuando muera, ya esta sentado en las alturas, Jesús conquistó en la cruz esa posición, por esta razón es que usted puede tener victoria.

Moisés tenía la vara en su mano. Esto representa la autoridad, para entenderlo mejor, la autoridad es una investidura delegada. Por ejemplo un carabinero tiene autoridad porque la institución la ha investido, un presidente recibe el mandato del pueblo, etc. Moisés tenía la autoridad porque Dios se la había delegado.
No puedes mover el mundo natural sin afectar primero el mundo espiritual y no puedes afectar el mundo espiritual sin autoridad. Jesús le dijo a sus discípulos "Les doy toda autoridad" (Lucas 10/19).
Aveces nos cuesta aceptar que esa autoridad esta en nuestras vidas, y no la usamos, desde ahora tome la vara, use su autoridad.

Moisés se cansaba y bajaba los brazos y el pueblo retrocedía, el enemigo también conoce los principios que rigen la guerra espiritual y hará todo lo posible para que bajes los brazos, esto es desanimarte, cansarte, distraerte, etc. Levantar los brazos significa una declaración de victoria, un reconocimiento que la respuesta viene de arriba, viene de Dios.

La unidad del equipo es algo fundamental cuando entramos en conquista, Aaron y Hur estaban latiendo con el mismo corazón, atentos a su líder y dispuestos a cubrirle. Moisés era un tremendo líder, pero sólo no lo hubiera logrado; necesitaba un equipo unido.
Dios nunca podrá moverse donde hay discordia, diferencias, aunque sean sutiles, debe venir ese espíritu de unidad, el espíritu de Cristo. La unidad no viene sola, se procura, trabaja, se busca.

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