Una noche, el Señor le habló a Pablo en una visión y le dijo: «¡No tengas miedo! ¡Habla con libertad! ¡No te quedes callado! Pues yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente de esta ciudad me pertenece». (Hechos 18: 9 y 10 NTV)
Recuerdo muchos momentos en mi vida en los que tuve miedo, generalmente era porque lo que tenía en frente era desconocido, desafiante y no sentía control sobre aquello. El miedo es como una alarma que Dios puso en nuestras vidas que nos hace estar alerta frente a una situación, pero muchas veces se hace más grande que el mismo desafío que enfrentamos, nos paraliza y nos impide conquistar.
Escuche una vez una definición de valentía que me interesó; valentía no es la ausencia de miedo, sino el enfrentar tu propio temor y vencerlo.
¿Cómo superar el miedo?, tal vez has oído muchas respuestas a esta pregunta, pero hoy quiero compartir la que ha sido la más eficaz en mi vida.
El texto que cite al principio es la clave; "El Señor hablo a Pablo". Dios le hablo, y esa voz fue como un dulce sonido que aquietó ese huracán de pensamientos y emociones dentro de su vida. En los momentos más difíciles de mi vida, ha venido esa voz interior, que es como un susurro en el corazón, sabes que no eres tu, que es Dios diciéndote una vez más "no temas" y se disipan las dudas, viene una profunda paz y la más clara certeza que tendré éxito en aquello que emprendo.
Una palabra de Dios y fueron creados los cielos, Dios hablo y se hizo el sol, es tan poderosa una sola palabra de Dios que al entrar en tu corazón derrite ese duro bloque de temor y abre tus ojos a una nueva dimensión.
Cuando era niño tenía una radio chiquita y por alguna razón, era muy difícil sintonizarla de día, lo que hacia era despertar como a las seis de la mañana y con mucho cuidado tratar de encontrar una señal; entendí que sólo es posible captar la señal cuando estaba todo en quietud y no había interferencias.
Así también es como podrás oír la voz de Dios, tendrás que quitar las interferencias de tus propias ideas, y acallar las voces extrañas que te dicen que no puedes o que fracasarás, y allí en esa calma escucharás las mismas palabras que Dios le dijo a Pablo: «¡No tengas miedo! ¡Habla con libertad! ¡No te quedes callado! Pues yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente de esta ciudad me pertenece».
¿Cuál es tu desafío? ¿A qué te enfrentas hoy?, pues escucha esto en lo profundo de tu corazón, NO TEMAS ¡¡¡ Dios está contigo.
Al parecer el temor de Pablo era enfrentar las personas y darles el mensaje que Dios le había encargado, muchas veces nos es grato hablar de tantas cosas divertidas, aún más, las escribimos en nuestro muro, pero ¿hablarles de Dios? mmmm... nos complica y viene el temor al rechazo, a la burla o al fracaso; hoy debes saber que hablar de Dios es la mayor honra que un ser humano puede tener en la tierra y que Dios siempre estará dispuesto a respaldarte cuando lo hagas, No te quedes callado, no temas, porque Dios hará un milagro en muchas personas cuando escuchen su voz a través de tus palabras, así que no tengas miedo, sólo hazlo ¡¡¡
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