PALABRAS DE VIDA

"La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias".
(‭Proverbios‬ ‭18‬:‭21‬ NTV)

En 1788 y tras una crisis agrícola y una deuda externa de más de cinco mil millones de libras, El rey Luis XVI hizo la siguiente declaración: "Francia está en bancarrota", todos los actores sociales reaccionaron y se inicia lo que hoy conocemos como la revolución francesa.
Las palabras tienen ese poder, pueden causar una revolución, guerras, pleitos y aún  muertes o también pueden provocar vida, traer paz y reconciliar.

Jesús dijo: "de la abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12/34), nuestras palabras son el reflejo de lo que hay en nuestro corazón, cuando son palabras de queja, cargadas de pesimismo, cosecharás su fruto; tristeza, depresión, etc., todas nuestras palabras darán a luz un fruto.

"...Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. (‭Hebreos‬ ‭8‬:‭10‬ NTV), así como las palabras de un ser humano producen un fruto, las palabras de Dios también, y su fruto es restauración, sanidad  y vida, pero es necesario que esas palabras entren en nuestro corazón, y sean atesoradas, guardadas en el corazón con la determinación de obedecerlas.

Nuestros pensamientos también son palabras, o dicho de otra forma, nuestras palabras son pensamientos audibles. Cada pensamiento también tiene el poder de dar a luz un fruto, por eso el Hebreos 8/10 citado anteriormente, dice que las leyes (palabras) de Dios deben estar escritas en el corazón.

¿Cómo escribir esas palabras de Dios en el corazón?, siguiendo la "ruta de la palabra"; primero escuchándola o leyéndola, luego entendiéndola, muchos se quejan de no poder entender la Biblia, pero a la verdad ese es un mito, la palabra de Dios es sencilla, recuerdo leerla de niño y podía entenderla. Después de entender la palabra debe pasar desde mi razón a mi corazón y ese trayecto lo realiza el Espíritu Santo cuando le permites que esa palabra toqué tu vida. Y la última estación de esta ruta es declarar la palabra; debes hablar de ella en todo tiempo, entonces conseguirás que se escriban en tu corazón y produzcan fruto de vida.